El Flamengo campeón de la Copa Libertadores 2022

El Flamengo cumplió con los pronósticos y se llevó la final de la Copa Libertadores 2002. No hay debate posible, cuenta con la mejor plantilla del continente y ha sido, de largo, el mejor conjunto a lo largo de toda la competición. En Guayaquil, derrotó a un combativo Ath. Paranaense por 1-0, con un tanto de Gabigol antes del descanso. Demostró que tiene más experiencia y quilates para afrontar y gestionar partidos al límite. Es el rey indiscutible de Sudamérica.

Flamengo - Ath. Paranaense

Final Copa Libertadores de América 2022

FLA

1

0

ATH

Alineaciones

Flamengo
Santos, Rodinei, David Luiz, Leo Pereira, Filipe Luís, (Ayrton Lucas, 20') Thiago Maia (Arturo Vidal, 71'), Joao Gomes, Everton Ribeiro, Arrascaeta (Victor Hugo, 84'), Pedro y Gabigol (Everton Cebolinha, 83').

Athlético Paranaense
Bento, Khellven, Pedro Henrique, Thiago Heleno, Abner, Fenandinho, Hugo Moura (Terans, 75'), Alex Santana (M. Felipe, 45'), Vitor Bueno (Cannobio, 57'), Vitinho y Vitor Roque (Pablo, 65').

Árbitro

Patricio Loustau (Argentina). T.A. Pedro Henrique (28' y 43'), Alex Santana (42'), Rómulo (73'), Arturo Vidal (75').

Goles

1-0 Gabigol (45+3').

Incidencias

Estadio Monumental, en Guayaquil (Ecuador)

La tercera final consecutiva entre brasileños quedó mediatizada por la expulsión de Pedro Henrique, por doble amonestación, justo antes del gol carioca. Hasta entonces, el conjunto de Luiz Felipe Scolari había sido superior con un buen sistema defensivo y mordiendo arriba.

El título confirma la edad de oro de un Mengao que suma su tercera corona continental, la segunda desde 2019, con una secuencia de tres finales (con tres entrenadores diferentes) en las últimas cuatro temporadas.

La generación formada por Gabigol, Arrasceta, Everton Ribeiro, Filipe Luis y compañía ya ha entrado en la historia de los rubronegros y puede competir, a nivel de títulos y éxitos, con la de Zico y Junior en los años 90.

Al Furacao, que había terminado con el reinado de dos años del Palmeiras, le tocará esperar otra oportunidad. Cayó con dignidad en su segunda final continental, como había ocurrido en 2005 ante el Sao Paulo. Y, en las dos, estuvo Fernandinho que personifica el espirito de entrega y la condición de copero de los de Curitiba.

SCOLARI GANÓ LA BATALLA TÁCTICA

Felipao, gato viejo, sorprendió con un sistema defensivo de marcaje individual con el que anuló a las estrellas rubonegras. El Furacao empezó mucho mejor y tuvo el primer tiempo bajo control. Vitor Roque, Vitinho y Alex Santana gozaron de tres oportunidades claras, pero se encontraron con un Santos, bajo palos, muy seguro.

Como había ocurrido un año atrás en la final de Montevideo, Filipe Luis tuvo que dejar el terreno de juego prematuramente, en esta ocasión, por un encontronazo con Vitor Roque.

GOL Y EXPULSIÓN

La final estaba allí donde Scolari quería hasta que... el central Pedro Henrique vio la segunda amarilla (min 43). Y allí todo se terminó. La expulsión fue rigurosa en un contexto de un partido jugado, hasta entonces, sin acciones violentas.

El Furacao se quedó grogui, aturdido viendo que el partido y el título se le ponían muy cuesta arriba. En unos minutos de desconcierto general, el 'Fla' olió sangre y no perdonó. En una rápida combinación, Éverton Ribeiro (que irá al Mundial en lugar de Philipppe Coutinho) se sacó un buen centro desde la derecha que Gabigol cazó en el segundo palo. Un puñal en tiempo de descuento que arruinó las esperanzas de los de Curitiba.

Gabigol, decisivo en las grandes ocasiones del Flamengo, marcó por tercera vez en una final de la Copa Libertadores.

EL FLAMENGO ADMINISTRÓ

Con superioridad numérica, el equipo de Dorival Junior ejerció su jerarquia y supo leer el segundo tiempo en que enmudeció a un Ath. Paranaense sin piernas y argumentos tácticos para reaccionar.

El carrusel de cambios de Felipao no obtuvo los resultado deseado. De nada le sirvió arriesgar. Había demasiado diferencia. La ventaja táctica del Flamengo, que durmió el encuentro, era incuestionable.

Arturo Vidal tuvo su oportunidad. Salió por un buen Thiago Maia y, por fin, a los 35 años ganó su primer título continental de clubes. Con Chile, había ganado la Copa América en oportunidades, en 2015 y 2016.