Jaume Domènech rescata al Valencia en los penaltis

Alba López

Dos lanzamientos desde los once metros atajados por Jaume Domènech en la tanda de penaltis dieron el pase al Valencia ante un combativo Alavés que consiguió igualar la eliminatoria en un final de locos por mediación de Rubén Sobrino, pero que se despide de la Copa del Rey y no podrá repetir el hito de llegar hasta la final, como hizo la temporada pasada.

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Copa del Rey

2
1
Alineaciones
Alavés
Sivera; Martín, Laguardia, Ely (Demirovic, 84'), Duarte; Dani Torres, Pina; Ibai Gómez (Munir, 71'), Pedraza, Sobrino; Guidetti (Hernán Pérez, 71').
Valencia
Jaume; Montoya, Vezo, Paulista (Garay, 22'), Gaya; Maksimovic, Parejo, Kondogbia, Guedes; Zaza, Vietto (Rodrigo, 59').

La intensidad que imprimió el equipo de Abelardo a su juego sorprendió al Valencia en los primeros minutos, que bastante tuvo con parapetarse del valdeval babazorro. Aun así, faltó claridad al Glorioso en los últimos metros; y el último pase, que habitualmente sirve de abrelatas. Gayà había dado el primer aviso serio en una internada por la izquierda, pero Zaza no llegó al centro del lateral y a partir de ahí los che cedieron la iniciativa al Alavés. Tanto es así, que la recta inicial del choque fue un verdadero asedio sobre la portería de Jaume. Las ganas albiazules, sin embargo, no se tradujeron en el marcador.

De la mano de Parejo el Valencia comenzó a desmelenarse. Hasta que el hombre faro blanquinegro puso un balón a Paulista en un falta vertical y el brasileño cayó lesionado de forma abrupta tras caer fatal sobre el verde. Garay entró para sustituirle y a renglón seguido el argentino protagonizaba la jugada polémica del encuentro en un balón que tocó con las manos en el interior del área valencianista. Los jugadores del Alavés, en bloque, reclamaron la pena máxima, pero el colegiado entendió que cuando el central entró en contacto con la pelota estaba en plena caída y, por lo tanto, la acción no era punible. 

Del alboroto inicial se pasó a una fase más calmada, pero el Alavés continuó insistiendo por mediación de un Pedraza revolucionado que llevó mucho peligro a la contra. El cordobés fue una pesadilla para la zaga valencianista, que no encontró el antídoto para su velocidad. Las ocasiones, no obstante, no llegaban y el Alavés empezaba a desesperarse. 

Todas las oportunidades que los babazorros no fueron capaces de generar en el primer acto las crearía el conjunto de Abelardo tras el paso por vestuarios en un arranque efervescente. Ibai Sobrino cargaron contra Jaume con dos disparos cruzados, y minutos después fue Guidetti quien llevó el balón al fondo de las mallas antes de que Álvarez Izquierdo le anulara el tanto por una falta clara sobre Gayá previa al preciso remate de cabeza picado que había realizado el sueco.  

Por aquel entonces, el encuentro ya se había convertido en un monólogo del Glorioso. La solución de Marcelino fue mover su banquillo y retirar del campo a Vietto para introducir a Rodrigo, pero la permuta no surtió efecto y el Alavés continuó apuntándose todos los balones divididos ante un Valencia apático superado por el arrojó alavesista que sólo despertó de su letargo con un disparo al larguero de Kondogbia tras una prolongación de cabeza de Garay.

Abelardo decidió entonces echar más gasolina al fuego y la jugada le salió redonda, ya que al minuto de saltar al campo Munir correspondió al técnico asturiano adelantando a su equipo en el marcador tras un pase en largo de Ely. En esos momento, los albiazules estaban clasificados para las 'semis' coperas, pero la entrada de Santi Mina iba a reescribir el guión de la historia en un final de infarto no apto para cardíacos que desembocó en el empate del delantero gallego y en el posterior gol alavesista que llevaba el partido a la prórroga de SobrinoRodrigo, en la segunda parte del tiempo extra, tenía el pase del Valencia en sus botas, pero mandaba el balón al laguero antes de que el partido se encaminara hacia la tanda de penaltis, donde emergió descomunal la figura de Jaume Domènech.