Historias de la Copa (3): 1983. Marcos volo y el Barça hundió al Madrid en el último susupiro

El título de Copa era, en esta temporada 82-83 la tabla de salvación de Barça y Madrid. 

El club catalán había tirado la casa por la ventana fichando nada más y nada menos que a Diego Armando Maradona por una cifra récord, 1.200 millones de pesetas. Y, además del emergente astro argentino habían llegado Marcos y Julio Alberto (Atlético), Urbano (Espanyol), Pichi Alonso (Zaragoza), Periko Alonso (Real Sociedad) que junto a los Schuster, Carrasco, Migueli, Alexanco, Víctor, Urruti, Quini, Sánchez, Esteban, Gerardo, Manolo, Estella y compañía conformaban una plantilla espectacular. Quizas la mejor en muchos años.

En buen lógica, el Barça, con Udo Lattek en el banquillo, debía arrasar. Pero la temporada iba a ser de lo más convulsa. A la irregularidad mostrada en la etapa inicial de la Liga se vino a sumar la hepatitis del ‘Pelusa’, que estuvo tres meses lejos de los terrenos de juego y una sanción a Schuster. Tras una derrota en casa ante el Racing, fue cesado el técnico alemán y le sustituyó César Luis Menotti, que había conducido a Argentina, en 1978, a la conquista del título mundial. 

Nada más debutar en el banquillo, el ‘Flaco’ vivió su primera gran decepción, la eliminación en la Recopa a manos del Austria de Viena, por el doble valor de los goles fuera. En la Liga las opciones se prolongaron hasta que, en la antepenúltima jornada, el Barça cayó en San Mamés por 3-2. En la fecha final, al Real Madrid le bastaba con empatar en Mestalla, ante el colista Valencia, para ser campeón. Cayó 1-0 y el Athletic de Javier Clemente, que ganó en Las Palmas 1-5, se proclamó sorprendentemente campeón, tras 27 años. 

Perdidas la Liga y la Supercopa de Europa, ante el Aston Villa, al Barça le quedaban, aún, dos opciones de título, la Copa del Rey y la nueva y efímera Copa de la Liga. En la competición decana, para llegar a la final, los blaugrana debieron superar a Celta, Athletic y Real Sociedad. En La Romareda esperaba el Real Madrid.

Veinte mil aficionados cules se desplazaron a Zaragoza. Y otros tantos merengues. El Barça alineó a Urruti; Sánchez, MIgueli, Gerardo, Julio Alberto; Víctor, Esteban (Morán 70’), Schuster; Carrasco, Maradona y Marcos. Y el Real, a Miguel Ángel; San José, Bonet, Metgod, Camacho; Gallego, Stielike, Salguero, Ángel; Juanito (Isidro 74’) y Santillana.

El Barça dominó los primeros compases del partido y se colocó por delante en el marcador a los 32’ cuando Víctor aprovechó un pase magistral de Maradona para abrir el marcador. El partido parecía encarrilado; sobre todo porqué el Madrid no estaba nada inspirado. Pero, a los 50, una arriesgada cesión de Gerardo a Urruti fue aprovechada por Santillana para establecer el empate.

A partir de ahí hubo escaso fútbol -aunque García Carrión anuló un gol, por inexistente ‘off side’ al ‘Pelusa’- y muchos nervios. Pero cuando ya se vislumbraba la prórroga, Julio Alberto se internó por la izquierda, centró con precisión y Marcos, tirándose espectacularmente en plancha cabeceó al fondo de la red provocando el delirio de la afición blaugrana.

El no va más. Ganar al Madrid en una final y en el último minuto. Schuster, por cierto, lo celebró dedicando unos vistosos cortes de mangas... a la afición de su futuro club.

El recibimiento a los campeones, en Barcelona, fue apoteósico. Días después se inició la primera edición de la Copa de la Liga que también ganó el Barça, superando en la doble final... al propio Real. En la ida, en el Bernabéu, Maradona marcó su mejor gol como barcelonista.