FINAL COPA DEL REY 2015/2016: FC BARCELONA - SEVILLA

Historias de la Copa (1): 1968. La final de las botellas. Ambiente hostil y 'lluvia" de botellas

Seguramente no ha habido recibimiento como el que dispensó la afición del Barça a su equipo en julio de 1968. Apoteósico. Inolvidable. La ocasión lo mereció después del calvario que pasó el cuadro de Salvador Artigas en Madrid

Zaldúa, el capitán, tratando de dar la vuelta olímpica con el trofeo

Zaldúa, el capitán, tratando de dar la vuelta olímpica con el trofeo / sport

David Salinas

El FC Barcelona rompió los pronósticos en la final de Copa de 1968. Todo estaba preparado para que el Real Madrid, en su campo, se proclamara campeón. Era un título a la carta y servido en bandeja de plata para que el conjunto blanco, que días atrás había cantado el alirón liguero, hiciera el doblete. Pero saltó la sorpresa.

El Barça sobrevivió al Madrid y a una parte de su afición, que no encajó la derrota y ‘obsequió’ al cuadro catalán con una pertinaz lluvia de botellas. Botellas de vidrio... El Barça ganó la 16ª Copa de su historia, una de las más agónicas y sufridas. Aunque desde Madrid, en todo momento, recelaron del árbitro, Antonio Rigo Sureda, balear, del que se decía que tenía simpatías por el Barça.

Sporting de Gijón (de 2ª), Real Sociedad, Athletic Club y Atlético de Madrid fueron los rivales del Barça antes de la final, que se jugó el jueves 11 de julio de 1968, uno de los pocos huecos en la agenda del Caudillo. La atmósfera estuvo caldeada desde el inicio con pancartas de este tipo: “Rigo y la Federación quieren al Barça campeón”. O: “Catalanes, al Atleti les disteis la paliza, pero al Madrid ni con Rigo se la daréis”...

EL GUIÓN DEL PARTIDO

Parecía estar escrito y bendecido, pero sucedió algo imprevisto, no calculado. A los seis minutos de juego el central Zunzunegui desvió un centro de Rifé desde la izquierda y coló el balón en el marco de Betancort. El Barça, a partir de ese momento, con ventaja en el marcador, jugó su partido: fútbol lento, posesiones largas, perder tiempo, retrasar líneas...

Y la apuesta le salió bien porque al trabajo sin descanso de todos los jugadores se sumó una actuación impecable del portero Salvador Sadurní, el héroe del Barça. Lo paró todo. Fue un muro infranqueable y acabó desquiciando a los jugadores del Real Madrid. Y a su afición.

El inamovible 0-1 empezó a generar muchos nervios en la grada y esta reaccionó con el lanzamiento de botellas de vidrio en señal de disconformidad con la actuación arbitral. Una de las mayores ‘tormentas’ tuvo lugar en el minuto 63, cuando se pidió penalti por una caída de Serena dentro del área. Pero Rigo dejó seguir el juego. “¡Rigo campeón, Rigo campeón!”, rugió el Bernabéu. Y así hasta el minuto 90, cuando acabó la final y el título cayó del lado azulgrana.

Los campeones fueron Sadurní; Torres, Gallego, Eladio; Zabalza, Fusté; Rifé, Zaldúa, Mendonça, Pereda y Rexach. El capitán, Zaldúa, recogió la Copa y, ya en el campo, una botella impactó en el trofeo, que acabó abollado... Sadurní, en SPORT, recordó hace unos años que “desde la grada me tiraron tantas botellas que, a partir de ahí, se prohibió la venta de bebidas embotelladas en vidrio en los campos de fútbol”.

SENYORA... NO FOTEM!

Otra de las anécdotas que han pasado a la historia la desveló el entonces presidente del FC Barcelona, Narcís de Carreras: “Cuando Franco había abandonado el palco, la mujer de Camilo Alonso Vega, entonces ministro de Gobernación, se dirigió a Bernabéu y le dijo: “Don Santiago, hemos perdido. ¡Qué desgracia!”. Y su marido, viendo que yo lo había escuchado, le dijo: “Felicita al presidente del Barcelona”. Ella, turbada, me dijo: “Ah, claro, claro... Le felicito porque... Barcelona es España, ¿no?”. Yo le dije, bajito, “Senyora... no fotem!”.