Exhibición de la 'marea blanquiazul' en la previa de la final

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Se venía diciendo que la final de la Copa del Rey ilusionaba más a la afición del Alavés que a la del Barça. Este sábado, en Madrid, ese presagio quedó claramente confirmado. La 'marea blanquiazul' tomó la capital desde primera hora de la mañana y las camisetas del conjunto vitoriano dejaron en clara minoría a los aficionados culés.

El Alavés no solo agotó las 19.000 localidades que le pertenecían, sino que, además, cerca de 6.000 aficionados se desplazaron a Madrid sin entrada. Muchos de ellos la consiguieron, ya que al Barça le sobraron unas 1.500 entradas que, a la postre, fueron a parar a manos de seguidores del Alavés.

Durante todo el día se pudo ver una mayoría de aficionados del Alavés en los principales puntos turísticos de la ciudad, especialmente en los aledaños de Sol. Además, la Fan Zone del conjunto vitoriano estuvo a rebosar durante todo el día, mientras que la del Barça cogió ambiente pero solo durante un par de horas.

Cuando los espectadores fueron tomando asiento en el Vicente Calderón quedó más que claro el 'triunfo' de la afición vasca. No por animar más, sino por cantidad. Se notó, sobre todo, cuando los jugadores de Pellegrino saltaron a calentar. En ese momento, y pese a que todavia quedaban 45 minutos para el partido, prácticamente toda la afición del Alavés ya estaba en su sitio y empezó a rugir para transmitir apoyo a los suyos. El de hoy era un día histórico para los vitorianos y, al margen del resultado, sus fans respondieron con un sobresaliente.