Del Cerro Grande fue el jugador número 12 del Sevilla

Carlos del Cerro Grande. 40 años, Madrileño. Internacional (si, si, no se rían, es internacional). Ese es el colegiado que ha perpetrado en la final de la Copa del Rey un arbitraje de vergüenza ajena. La impunidad total que tienen los árbitros hace que más a menudo de lo que sería deseable cometan auténticos desastres, con la "mala suerte" que siempre se suelen equivocar perjudicando al mismo equipo...

En este FC Barcelona-Sevilla, Del Cerro Grande fue, de largo, el mejor jugador del Sevilla. Y probablemente de la final. Se puede admitir la expulsión de Mascherano como justa (aunque tampoco pasaría nada si se discutiera que Gameiro no tenía el balón controlado, que los dos jugadores forcejeaban...) Pero, a partir de ahí, Del Cerro se puso la camiseta del Sevilla y, a partir de ahí, a disfrutar.

No mostró la primera tarjeta amarilla a los sevillistas hasta el minuto 74. La vio Rami por una entrada a Neymar, pero ya en el primer tiempo más de un jugador sevillista había hecho méritos para verla. Anuló una jugada de contragolpe de Neymar por un fuera de juego inexistente. E hizo la vista gorda ante varias entradas de jugadores del Sevilla que eran faltas muy claras.

Del Cerro Grande no hizo más que confirmar que los aficionados barcelonistas tienen muchas razones para pensar que, en general, los colegiados perjudican al equipo. Digan lo que digan los inventores y fans del famoso "Villarato".