Final Copa del Rey 2021: ¿En qué han cambiado Barça y Athletic Club respecto a la final de la Supercopa en enero?

El conjunto azulgrana vuelve a encontrarse a los leones en su camino hacia el primer título de la temporada

Este sábado se enfrentaran dos equipos diferentes a los que se vieron las caras en los primeros compases de 2021

El Barça vuelve a los entrenamientos antes de la final de Copa

El Barça vuelve a los entrenamientos antes de la final de Copa / FC Barcelona

Jordi Carné

Jordi Carné

El FC Barcelona vuelve a encontrarse al Athletic Club en su camino hacia el primer título de la temporada. El conjunto azulgrana y el vasco disputarán la final de la Copa del Rey en La Cartuja, el mismo escenario que acogió el partido decisivo de la Supercopa de España hace tres meses exactos. En esa ocasión, los de Marcelino García Toral se impusieron en la prórroga a Ronald Koeman y los suyos, que dejaron escapar una gran oportunidad para iniciar el tramo decisivo de la temporada con un trofeo y su correspondiente impulso anímico. Este sábado, sin embargo, se enfrentaran dos equipos diferentes a los que se vieron las caras en los primeros compases de 2021.

El Barça, por un lado, ha superado la delicada fase de desgobierno institucional que vivió durante 130 días, desde la dimisión de Josep Maria Bartomeu hasta las elecciones del 7 de marzo, en las que arrasó Joan Laporta. El nuevo presidente ya hace más de un mes que trabaja y, aunque su llegada no ha tenido aparentes consecuencias deportivas, la realidad es que tanto el cuerpo técnico como la plantilla azulgrana se sienten más amparados. Sobre el terreno de juego, los culés han encadenado buenas actuaciones y han tenido cierta continuidad en los resultados que les han permitido no solo llegar a la final de la Copa, sino también acabar luchando por una Liga que en enero se antojaba casi imposible.

Montaña rusa deportiva

El balance del Barça desde la final de la Supercopa ha sido de 14 victorias, dos empates y tres derrotas. El proyecto de Koeman sigue viviendo en una montaña rusa de emociones y sensaciones, con goleadas ilusionantes y decepciones importantes como la eliminación de la Champions en manos del PSG o el reciente clásico perdido frente al Madrid, pero es mucho más maduro y sólido que en enero. Pese a que la ternura que acompaña al equipo desde las primeras semanas de competición no ha desaparecido del todo, los jugadores se sienten más fuertes y afrontan la final de la Copa con menos dudas y más convencimiento. No es menos cierto, no obstante, que el equipo está más necesitado y presionado, pues el temor a otra temporada en blanco sobrevuela el  Camp Nou.

Ansu Fati y Coutinho ya se perdieron la primera cita contra el Athletic y, tras recaer de sus respectivas lesiones, tampoco estarán en la segunda. Gerard Piqué, también baja en la Supercopa, apurará sus opciones, aunque es probable que tampoco se recupere a tiempo. Aunque en los últimos partidos ha jugado con una formación de tres centrales y dos carrileros, el Barça no se ha sentido nada cómodo con el esquema después del parón de selecciones y podría regresar al tradicional 4-3-3. Si lo hace, es muy posible que Koeman repita el once que alienó en la final de la Supercopa, con Ter Stegen en la portería; Dest, Araujo, Lenglet y Alba en defensa; un medio del campo integrado por Busquets, De Jong y Pedri; y el tridente Dembélé-Messi-Griezmann. Mingueza, que ha disipado todas las dudas con actuaciones imponentes en duelos de máxima exigencia, podría ver premiado su buen rendimiento con la titularidad.

Los leones, necesitados de alegrías

El Athletic Club de Marcelino García Toral, por su parte, también llega al partido con mucho más rodaje. El técnico asturiano solo llevaba dos semanas en el banquillo bilbaíno cuando levantó la Supercopa; el entrenador ha podido aplicar con más detenimiento sus ideas y su equipo siente suya la filosofía de su míster. Desde el 17 de enero ha ganado seis compromisos, ha empatado nueve duelos y solo ha perdido tres veces. Una de ellas, precisamente, en el Camp Nou (2-1); la segunda fue ante el Atlético de Madrid; la última, la más importante, en la final de la Copa del Rey 2019/20 frente a la Real Sociedad. Los donostiarras se llevaron el derbi y lograron una victoria que aún escuece en Vizcaya y que, sin lugar a dudas, tendrá algún tipo de influencia –sea para bien o para mal– en el partido contra el Barça. ¿Qué es más peligroso, un león hambriento o un león herido? ¿Y si juntamos a ambos?

A nivel de alineación, lo más probable es que Marcelino no toque aquello que le funcionó. Salvo sorpresa mayúscula, el Athletic no repetirá el once de la final perdida con la Real Sociedad y trazará un plan parecido al de la Supercopa, con Capa y De Marcos en la banda derecha y la experiencia de Balenziaga en la izquierda. Berenguer y Yuri podrían ejercer de revulsivos en la segunda mitad, en función de cómo avance el partido. El estado físico de Muniain, que ha encendido las alarmas en San Mamés tras llegar a Sevilla cojeando, podría modificar la estrategia de un equipo necesitado de alegrías y que, además, ve en la final de la Copa su única vía posible de clasificación para la Europa League.