La Copa, ante unas semifinales con mucho morbo

El pescado está vendido. <strong>Los cuartos de final de la Copa del Rey están definidos </strong>y la suerte está echada. Se da el caso que en tres de las cuatro eliminatorias hay un favorito claro. En el caso del Leganés-Real Madrid y del Espanyol Barça, aún es más descarado si cabe, puesto que más allá de su téorica superioridad juegan la vuelta en su estadio.

A pesar de su mal momento, el Real Madrid no debería tener problemas para eliminar a un Leganés que, todo sea dicho, está realizando una gran campaña y viene de deshacerse de todo un Villarreal disputando la vuelta en El Madrigal. El conjunto 'pepinero' es noveno con 24 puntos, mucho más cerca (cuatro puntos) de los puestos europeos que del descenso (nueve) y ha conseguido alcanzar una solidez y un empaque que le hacen un equipo muy difícil de batir tanto en Butarque como a domicilio.

En el caso del Barça, la superioridad es, sobre la mesa y a tenor del momento en el que se encuentra, aún más manifiesta. Los pupilos de Valverde están en un momento extraordinario de forma y en un plan avasallador que parece no tener fin ahora con la recuperación de Dembélé y la llegada de otro futbolista de primer nivel mundial como Philippe Coutinho. La vuelta en el Camp Nou no hace sino aumentar las probabilidades de pase del Barça. Además, el Espanyol no llegará con la cabeza muy centrada con el 'tema Quique' candente.

En lo que al Valencia se refiere, es evidente que los de Marcelino lo tienen de cara para eliminar a un Alavés que está más pendiente de otros menesteres, ocupando posiciones de descenso en la Liga. El cuadro del 'Pitu' Abelardo está ofreciendo mejor cara desde la llegada del asturiano y disputará la vuelta lejos de Mendizorroza. Esas son sus dos principales bazas, siempre y cuando consiga volver con un resultado más o menos favorable de Mestalla.

Por último, la eliminatoria más abierta es la que enfrentará a Sevilla y Atlético de Madrid. A priori, algo favorito el cuadro del 'Cholo' Simeone, que con la llegada de Diego Costa ha recuperado la alegría y el carácter que parecía haber perdido en el primer tramo de temporada. Por su lado, el Sevilla está pasando por un tramo de adaptación con el aterrizaje de Montella en el banquillo andaluz. De momento, lejos de mostrar una versión fiable, pero la vuelta en el Pizjuán le hace temible igual. De esta forma, quedaría un cuadro más que interesante para semifinales. Siempre y cuando no haya sorpresas, que son la salsa de la vida. Y del fútbol.