Messi, en busca de la gloria y de romper el embrujo en su última Copa América

El capitán del Barça disputará por sexta vez el torneo más antiguo de selecciones

El '10' quiere romper el maleficio y ganar por fin un trofeo importante con su país

Leo Messi: "Estamos formando un grupo muy fuerte"

Leo Messi se encuentra en Argentina preparando la Copa América con al albiceleste / Perform

Verónica Brunati

Será su sexta participación en el torneo más antiguo de selecciones. En tres de ellas el equipo llegó a la final y perdió todas. El capitán llama a la unidad para alcanzar el sueño de ganar un título con la albiceleste y romper el maleficio de 28 años sin conquistas. Lionel Messi lleva 15 años intentando ganar un título con su combinado nacional. Esa historia de amor que forjó en la niñez en Abanderado Grandoli, en Rosario, cuando solo era un niño que soñaba con vestir la celeste y blanca, es también una historia inconclusa, a la que Leo se ha obstinado en cambiarle el final.

Antes de que Messi fuera Messi, el mejor del mundo, se entregó de lleno a su selección, en un pacto sagrado, cuando rechazó el ofrecimiento de Iñaqui Sáez para vestir la camiseta de la selección juvenil de España. Lo que él no sabía entonces es que su camino a la gloria estaría plagado de obstáculos y frustraciones. De sufrimiento y resiliencia.

Messi jugará su sexta Copa América y romperá otro récord: se convertirá en el futbolista argentino que más veces disputó el torneo. Pero si juega los siete partidos llegará a 34 y romperá el del chileno Sergio Levingston; una marca que lleva décadas sin quebrarse. Una muestra más de su obsesión por conseguir el ansiado título y romper con el maleficio de 28 años que lleva la celeste y blanca sin coronarse campeona. En sus 27 partidos en la competición ha marcado 9 goles y sumado el 70 por ciento de los puntos (16 ganados, 8 empatados, 3 perdidos), pero no ha logrado aún alzar la copa de campeón.

Momentos muy complicados

Messi no pudo hasta ahora romper con la maldición. En su primera participación, con un equipo plagado de estrellas como Riquelme, Tévez, Milito, Crespo, Verón, Aimar, cayó en la final, vapuleado por Brasil. En 2011, en Argentina vivió uno de los momentos más tristes de su carrera: después de la derrota frente a Uruguay en cuartos, se marchó silbado por todo el estadio. Pero aún así, volvió a levantarse, y a intentar buscar revancha. Pero otra vez la suerte no estuvo de su lado. En Chile fue su primera competencia como capitán. Pero el equipo perdió por penales en la final. Fue elegido el mejor del torneo, pero no retiró el premio. Al año siguiente, en Estados Unidos 2016, volvió a vivir el karma. Fue una experiencia tan traumática para él que renunció a la selección. "Se terminó para mí", dijo entre llantos en aquella noche en New Jersey en una competición en la que le quitó el primer puesto a Gabriel Batistuta como máximo goleador de la selección. Pero aquello no era lo importante, sino el dolor que le provocó fallar su disparo y no poder ayudar a su equipo estando tan cerca de la gloria.

Unos meses más tarde, con el apoyo de sus seres queridos, expresó su arrepentimiento y volvió a doblegar su compromiso con la celeste y blanca: “No quise causarle daño a nadie. Simplemente quería ayudar, como siempre intenté hacerlo. Tras perder aquella final me pasaron muchas cosas por la cabeza. Perder, dar un paso al costado: los dos fueron momentos muy difíciles. Pero enseguida me di cuenta de que amo mucho mi país, a mi gente y a esta camiseta. Vuelvo a agradecerle a toda mi gente, la cercana y a todos los demás que me apoyaron entonces y ahora”, dijo cuando volvió para liderar a su selección hacia la clasificación al Mundial de Rusia.

En la Copa América 2019 de Brasil, alcanzó la medalla del tercer puesto, Pero ni siquiera la fue a buscar, enfurecido por sentirse perjudicado por el arbitraje y por la Conmebol, después de recibir la tarjeta roja injustamente por un forcejeo con Gary Medel. “Cambiaria los Balones de Oro por un título con la selección. Y no lo digo porque no tengan valor, no, sino porque los premios colectivos siempre estarán por delante de los individuales. He ganado mucho con el Barcelona y mi motivación siempre ha sido la misma: volver a ganar”, dijo no una, sino varias veces. Tantas como su obstinado sueño que no da por perdido.

La hora de la verdad

Messi necesita quebrar el maleficio. El cambio de sede no es un buen augurio. La Copa que debía celebrarse en Argentina fue trasladada a Brasil por la pandemia. Y allí la 'canarinha' ganó todas las veces que organizó el torneo: 1922, 1949, 1989 y 2019. La selección argentina estará en el Grupo A, y debutará este lunes contra Chile. En la fase de grupos se trasladará entre Río de Janeiro, Brasilia y Cuiabá. El '10' sabe que necesitan apoyo para quebrar la mala racha, e hizo un llamado público: "La selección es de todos. Todos tenemos que tirar para el mismo lado para intentar conseguir siempre lo máximo, que el máximo es levantar la Copa del Mundo, La Copa América. Y eso es un trabajo de todos, el hincha y el periodismo tienen que acompañar también", dijo para 'Diario Olé'.

El capitán argentino quiere romper el maleficio. A sus 34 años, es posible que ya no haya una próxima oportunidad de alzarse con la Copa América ya que volverá disputarse en 2024. Diego Maradona y Pelé no pudieron conquistarla. Juan Villoro escribió sobre él: “Cuando un niño compite por una bicicleta, es capaz de muchas cosas. Cuando un hombre juega como el niño que compite por la bicicleta, es el mejor futbolista del mundo”. Messi sueña como aquel niño que jugaba al fútbol por una bicicleta. El premio se postergó 15 años. Llegó la hora de tomarse revancha.