Argentina sabe sufrir para llevarse el clásico ante Uruguay

El equipo de Messi, que fue de más a menos, sumó su primera victoria en la Copa América

Leo dio la asistencia del 1-0, Lautaro volvió a pasar el partido en blanco y el Kun no tuvo minutos

¡Es el mejor! La exhibición de Leo Messi en la victoria de Argentina a Uruguay

¡Es el mejor! La exhibición de Leo Messi en la victoria de Argentina a Uruguay /

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Abonada al sufrimiento Argentina se llevó el Clásico del Río de La Plata. Ganó por 1-0, con tanto del bético Guido Rodríguez, a pase de Leo Messi, y se sitúo líder del Grupo A, empatada con Chile a cuatro puntos.

Argentina - Uruguay (18/06/21)

Copa América - Grupo A

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Alineaciones
Argentina
Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Otamendi, Marcos Acuña; Guido Rodríguez, Lo Celso (Palacios, 51'), De Paul (Pezzella, 92'); Leo Messi, Nico González (Di Maria, 69') y Lautaro Martínez (Correa, 51').
Uruguay
Muslera; Giovanni González (Facundo Torres, 69'), Giménez, Godín, Matías Viña; Valverde (Gorriaran, 83'), Torreira (Vecino, 64'), Bentancur, (Nandez, 45') De La Cruz (Ocampo,, 64'); Luis Suárez y Edinson Cavani.

El triunfo debe dar autoestima a una selección joven que juega demasiado a rachas y que se hunde en los segundos tiempos. La idea de juego de Scaloni es atractiva, pero su equipo no consigue mantener un rendimiento estable. Es un conjunto claramente de jugadas y de momentos.

Por su parte, Uruguay, que había descansado en la jornada inaugural, tendrá que hacer una primera fase de recuperación. Tiene argumentos futbolísticos y jerarquía para agarrar una de las cuatro plazas y meterse en los cuartos de final, pero queda muy claro que no atraviesa su mejor momento.

Argentina, con cuatro caras nuevas, mantuvo la identidad creativa que mostró en la primera parte de su debut contra Chile. Y, otra vez, salió a proponer, a llevar la manija, porque esta Albiceleste en proceso de reconstrucción sufre mucho atrás, y optar por el repliegue ante killers como Cavani y Suárez era meterse seguro en un lío.

Y cuando uno tiene a Messi, inconscientemente, acaba asumiendo que donde puede cocinarse el partido es arriba, en su área natural de influencia. El buen inicio de los de Scaloni encontró premio, gracias a la perspicacia de Leo.

EL MESSI ASISTENTE

Un córner servido en corto acabó en el flanco izquierdo con el blaugrana metiendo una asistencia al segundo palo, donde apareció el bético Guido Rodríguez con un testarazo que entró tras tocar el palo de la portería de Muslera. Era un botín merecido, en doce minutos de juego generoso y propositivo frente a un Uruguay timorato y especulativo.

Leo sigue siendo determinante en esta Copa América. Este es su rol marcar las diferencias. Lo hizo, en la primera jornada, con su espléndido libre directo contra su excompañero Claudio Bravo. Y ahora, se sacó de la chistera una asistencia milimétrica al segundo palo. Su 43 pase de gol vestido de albiceleste y el 311 de su carrera.

LA REACCIÓN DE LA CELESTE

El porrazo despertó a un Uruguay, perezoso y desconectado. La Celeste decidió entrar en el partido, pero, le costó encontrar el golpe de pedal. Jugaba a ritmo bajo y con pocas luces en la medular, donde ni el madridista Fede Valverde, ni el juventino Betancour brillaban en la creación. Y, cuando el balón le llegó en franquicia a Edinson Cavani quiso fabricarse un penalti en un posible contacto con Marcos Acuña, que el árbitro y el VAR desdeñaron.  Es la misma vía que Luis Suárez explotó con un agarrón no señalado, que despertó, como no, la ira del ahora colchonero.

Uruguay supo llevar el partido a su terreno, neutralizó los ataques argentinos, se pidió el balón, pero no fabricó opciones claras. Argentina supo defenderse y se fue al descanso indemne, pero sabiendo que los charrúas querían partido.

UN GUION ARGENTINO YA CONOCIDO

Argentina repitió los errores cometidos con Chile. El equipo se vino abajo y no le quedó otra que achicar, sufrir y apretar los dientes. El segundo tiempo se le hizo eterno a Albiceleste. Y, por enésima vez, Scaloni falló con los cambios, porque fue incapaz de cambiar la dinámica de un encuentro en que su equipo pasó de protagonista a comparsa.

Solo Leo Messi mantuvo la entereza de su selección convertida en un manojo de nervios.  El 10 llevó peligro en cada acción ofensiva y casi vuelve a marcar de libre directo. 

La celebración efusiva, y principalmente de alivio, de los argentinos en el pitido final expuso el mal momento que había pasado. En el mismo escenario del monumental Mané Garrincha, de Brasilia, Argentina volverá a escena la madrugada del lunes al martes ante Paraguay, que ganó en su estreno 3-1 a Bolivia, la Cenicienta del grupo.