El acoso y derribo a Messi en el Argentina-Colombia

Pekerman tenía claro que el plan colombiano pasaba por desactivar a Messi o, como mínimo, intentarlo. Santiago Arias fue el encargado de ser la gran sombra de un Leo que tuvo que ver como el jugador del PSV Eindhoven le perseguía por cualquier metro cuadrado del terreno de juego.

Pekerman optó por un marcaje individual que condicionó toda la estructura defensiva del conjunto colombiano pero poco le importó porque Leo bien valía una vigilancia especial. Pekerman sorprendía así a una albiceleste que no esperaba que el técnico optará por un plan especial 'anti-Leo'.

El jugador del FC Barcelona trató de despistar como pudo la atención de un Arias encargado de frenarle a toda costa. Y si no era Arias aparecía Murillo o cualquier futbolista de Colombia con pocos miramientos de derribar al '10' en sus clásicas arrancadas bien desde la banda o desde el mismo centro del campo.

Aún así, Messi tuvo el gol en el minuto 27 pero entonces fue el meta Ospina el que le privó de la gloria con una parada antológica con 'La Pulga' rematando a bocajarro tras un buen rechace del portero en un primer disparo de Agüero.

MESSI, CONTRA VIENTO Y MAREA

En la segunda parte, Messi trató de acelerar consciente de que, sin prórroga en el horizonte, debía resolver el encuentro antes del minuto 90 para evitar situaciones comprometidas que pudieran poner en entredicho el acceso a semifinales. Lo intentó de todas las maneras pero los colombianos no tenían piedad de un Leo al que enviaron una y otra vez al suelo para tratar de que no entrará en juego. Messi no se escondió.

Fue el que más lo intentó en la albiceleste durante una segunda mitad en la que tuvo que aguantar empujones, agarrones y más de un golpe contundente... todo valía para frenar al azulgrana que, en más de una ocasión, pidió explicaciones al colegiado mexicano Roberto García que , curiosamente, acabó amonestándole en el minuto 94 con el delantero visiblemente molesto. Leo lo intentó pero no pudo resolver en una de sus habituales genialidades.

La suerte de los penaltis acabó decidiendo el encuentro. Messi fue el primer lanzador y no le tembló el pulso para batir a Ospina. Luego llegaría la locura de la tanda de penaltis y el <strong>gol definitivo de un Tévez que acabó decidiendo el billete para semifinales. </strong>