La COVID 19 impidió la recepción oficial del presidente de Argentina a la albiceleste

Argentina hizo historia con su particular 'Maracanazo' ante Brasil (1-0) para conquistar la Copa América, el primer trofeo que levanta desde hace 28 años. La albiceleste rompió su maleficio y Leo Messi logró sacarse la espina de 16 años de decepciones con su primer gran torneo con la selección absoluta. El caitán de Argentina era la viva imagen de la felicidad, tanto como sus compatriotas, que se agolparon en el aeropuerto de Ezeiza para recibir a los campeones.

Argentina fue una fiesta desde el mismo momento en que uruguayo Esteban Ostojich dio por concluída la final. Las ganas de celebración de la albiceleste eran tales que el viaje de regreso se retrasó cuatro horas para poder alargar la fiesta en Río de Janeiro, que empezó en el mismo césped de Maracaná.

La fiesta continuó durante el vuelo de regreso, con el ya clásico cántico dedicado a Messi: "Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar". Todos y cada uno de los componentes de la selección argentina aprovecharon el viaje para fotografiarse con el trofeo.

La expedición no pisó Buenos Aires hasta cerca de las 9.00 horas (hora local), las 14.00 horas nuestras. Fue recibida por una afición extasiada por el éxito y precisó de un cordón policial para que su autobús pudiera llegar al predio de Ezeiza, donde los futbolistas y el cuerpo técnico de la albiceleste pudieron reunirse con sus familias después de mes y medio concentrados.

La selección de Argentina tenía que ser recibida por el presidente de la nación, Alberto Fernández, en la Casa Rosada, pero el acto fue suspendido a causa de las restriciones marcadas para frenar la pandemia por COVID 19. Alberto Fernández había felicitado a través de un tuit a los campeones nada más conquistar el título.