Brasil elimina a Paraguay agónicamente en los penaltis

Philippe Coutinho convirtió su penalti y ayudó a clasificar a la Seleçao

Philippe Coutinho convirtió su penalti y ayudó a clasificar a la Seleçao / AFP.

Joaquim Piera

Brasil ya está en semifinales de su Copa América. Ganó a Paraguay desde el punto de penalti, en un sufrimiento infinito que se alargó durante 90 minutos de 0-0 y que acabó decidiéndose desde los 11 metros.

En la tanda, Paraguay fue a remolque con el fallo inicial de Gustavo Gómez (o el acierto de Alisson dependiendo como se vea). Y la Seleçao, a pesar de un error de Roberto Firmino (que noche más aciaga la suya) sentenció en el quinto con la frialdad de Gabriel Jesus. Se impuso la Seleçao por 4-3 en el cómputo de penas máximas. 

Ahora, la Canarinha espera que, este viernes, en el mítico Maracaná, la Argentina de <strong>Leo Messi</strong> cumpla su parte del contrato contra Venezuela. De esta manera, la madrugada del martes al miércoles, en el estadio del Mineirao, de Belo Horizonte, (allí donde Alemania infringió el 1-7 a la Pentacampeona en el Mundial 2014) habrá una nueva edición del superclásico sudamericano.

La Seleçao accedió al Arena do Gremio acongojada, después de saberse que Richarlison tenía paperas, enfermedad vírica muy común en Brasil en esta época y que, por ejemplo, ya tuvo Neymar en agosto 2015. El servicio médico de la Canarinha temiendo que haya un brote en el vestuario, apartó del grupo al delantero del Everton, que lo tendrá muy complicado para jugar en el resto del torneo.

Paraguay se va del torneo sin haber ganado un solo encuentro (tres empates y una derrota).  José Luis Chilavert, emblema de los guaranís, avisó que la Albirroja tenía opciones de eliminar a los anfitriones, y casi lo consigue. Al final, en el cómputo global, el balón castigó a la selección de Eduardo Berizzo, que ha mostrado un juego rácano y excesivamente defensivamente durante todo el torneo.

BRASIL SIN PUNCH

De salida, los guaranís amagaron con presionar arriba para crear alguna duda táctica. Fue un miraje. La Albirroja se cerró, defendió con ahínco explotando la permisividad arbitral y enseñó las garras cuando tuvo la opción de salir, llegando a dar el gran susto Derlis González (min. 28) en una gran rematada, que obligó a Alisson a emplearse a fondo. 

Brasil no se encontróAllan, el sustituto del sancionado Casemiro, fue un punto muerto en la zona ancha. Mal en el corte e impreciso con el balón en los pies, el volante del Nápoles desencajó todo el engranaje creativo de Brasil. Arthur se multiplicaba intentando arreglar el desaguisado, pero estaba demasiado solo

A Philippe Coutinho le costó entrar en juego en la fría noche de Porto Alegre y cuando se activó tuvo la mejor (y única) opción real de gol brasileña en el primer tiempo con un chute escorado que atajó Gatito Fernández.

Los fogonazos de Everton, que jugaba ante su afición, fue la otra opción en ataque de una Seleçao, que se vio muy perjudicada por el lamentable estado del césped.  El extremo intentó apoyarse con Arthur y reeditar la sociedad que tenían desde las categorías de base del Tricolor Gaucho. El gol, sin embargo, no llegó. Había angustia en el descanso.

PARAGUAY, CON UNO MENOS

Brasil volvió mordiendo, empezando su particular contrarreloj de 45 minutos. Todo se le puso de cara a los de Tite, cuando Balbuena dio un toque infantil por detrás a Firmino. El colegiado señaló penalti, reculó con el VAR, transformando la pena máxima en una falta más una roja directa a Balbuena. Paraguay se quedaba con diez. Allí se iniciaba un ataque y gol incesante de la Canarinha. 

Everton, en plan estelar, comandaba las incursiones ofensivas, en una actuación individual digna de los mejores cracks brasileños. Los ataques locales eran angustiantes, con Paraguay, panza arriba, sacando el agua para evitar el naufragio. En el minuto 90, Willian estampó su remate en el palo izquierdo y, en el descuento, la volea de Coutinho acabó en el córner.  Paraguay aguantó de forma heróica. Habrían penaltis. Y allí, Brasil estuvo mejor, obteniendo un triunfo merecido.

LA SELEÇAO ROMPIÓ UNA BARRERA PSICOLÓGICA

Brasil sonríe y llega por primera vez en doce años a unas semifinales de la Copa América. La última ocasión se remonta al lejano 2007, en Venezuela, cuando el conjunto de Dunga, contra todo pronóstico acabaría llevándose el título, endosándole a la final un inesperado 3-0 a Argentina, que contaba en sus filas, en aquella ocasión, a dos genios como Juan Román Riquelme Leo Messi.

En 2011 y 2015 fue Paraguay, en cuartos de final, quien apeó en los penaltis a la Seleçao, dirigida por Mano Menezes Dunga, respectivamente. Y en 2016, en la edición del Centenario, en Estados Unidos, el combinado de Dunga cayó vergonzosamente en la primera fase, tras el gol con la mano del peruano Raúl Ruidíaz.