Un Japón sin complejos frena la euforia uruguaya

Luis Suárez celebra el tanto que marcó desde el punto de penalti

Luis Suárez celebra el tanto que marcó desde el punto de penalti / sport

Joaquim Piera

Suárez marcó y firmó un buen encuentro, pero Uruguay no pudo con la versión sub-23 de Japón, que para más inri, solo alineó al ahora madridista Kubo en los últimos ocho minutos. El 2-2 es un jarrón (por no decir un cubo) de agua fría para la Celeste, que descubrió sus puntos débiles: le pueden faltar piernas para enfrentarse a aquellos que le reten mirándolo a los ojos.

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Copa América · Fase de Grupos (J-2)

2
2
Alineaciones
Uruguay
Muslera, Martín Cáceres, Godín, Giménez, Laxalt (González 27') , Nández (Arrascaeta, 59'), Betancur, Torreira, Lodeiro (Valverde, 73'), Luis Suárez y Cavani.
Japón
Kawashima, Iwata (Tatsuta, 87'), Tomiyasu, Ueda, Itakura, Sugioka, Nakajima, Shibasaki, Miyoshi (Kubo 82'), Abe (Ayase Ueda , 65') y Okazaki

El empate arrancado por los asiáticos es verdadero, fruto de su alma joven, de la rapidez y de la buena ejecución de las transiciones. Es un equipo que apunta fuerte para su gran reto, que no es otro que los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo verano.

Uruguay, que venía de aplicarle un severo correctivo a Ecuador (4-0), salió a intimidar. Por eso, Luis Suárez, antes de cumplirse el primer minuto, lo probó desde del círculo central con un zapatazo que casi lambió el larguero. Fue una gran réplica del gol que Pelé nunca hizo.

Sabiéndose que domina las dos áreas como ningún otro seleccionado en esta Copa América, la Celeste quiso ahorrar colocando una marcha menos, ante un correoso Japón. El cabezazo limpio de Suárez (min. 7) que atajó Kawashima retroalimentaba la teoría de la superioridad charrúa, hasta que el Baby Japón, que jugaba desacomplejadamente, mostró las uñas en un contraataque de manual que Miyoshi definió con categoría ante la nula oposición de Laxalt, que se rompió en esa acción: 0-1 en el minuto 24.

La condescendencia charrúa terminó allí. Subieron las pulsaciones y Cavani recibió un planchazo de Ueda en un penalti que solo fue pitado, con la ayuda del vídeo, por la insistencia uruguaya. Y Suárez, desde los 11 metros, transformó la pena con determinación. Era su segunda diana en el torneo.

Acto seguido, Cavani envió un obús, con el exterior de la zurda, en una perfecta parábola que explotó en uno de los ángulos del travesaño. Por su plasticidad, habría sido, sin duda, uno de los goles del torneo. El partido era bueno. Los pupilos del Maestro Tabárez abusaban de la conexión directa, mientras los nipones avisaban que no estaban dispuestos a renunciar a las contras. Y se llegó con tablas al descanso.

EL VAR CASTIGA A JAPÓN

Quien creía que la sub-23 nipona se arrugaría, se equivocó. Nakajima le sacó los colores a Godín, en un dribling de futsal de crack, y solo fue parado con un penalti clamoroso de Giménez, que el VAR dirigido por el peruano Diego Haro, se zampó. Era el preámbulo de un segundo tiempo de vértigo. 

Sin centrocampismo, el choque se rompió, en un ida y vuelta, plagado de imprecisiones, que, en teoría daba ventaja a los uruguayos por el poder de fuego de Suárez y Cavani

La práctica, sin embargo, se alió a los asiáticos. Una contra , con un mal rechazo de Muslera, fue finalizada por Miyoshi para marcar el segundo de la noche. 1-2 y Uruguay estaba oficialmente en un lío.

Empató Giménez a la salida de un córner, en la presión total charrúa, Suárez, en su más leve versión, pudo sentenciar con un cabezazo que acabó en el larguero. Los charrúas no se rindieron nunca, pero les faltó finura y aire. 

Japón, técnica y posicionalmente rindiendo a un nivel más que destacable, aguantó el tipo hasta el final y arrancó un empate de mérito y de tintes históricos, ante uno de los candidatos más firmes al título.