Kovac y su Eintracht le amargan la despedida a Heynckes

Momento en el que Rebic anota el segundo de su equipo

Momento en el que Rebic anota el segundo de su equipo / EFE

MPL

Niko Kovac, el que será entrenador del Bayern de Múnich la temporada que viene, le ha birlado la Copa al conjunto bávaro y, de paso, le ha amargado la despedida a Jupp Heynckes, que se ha retirado con este partido de los banquillos. El Eintracht se encargó de firmar la sorpresa mayúscula del día al imponerse (1-3) al todopoderoso Bayern de Múnich en una final que acabó con polémica. Y es que justo antes de que Gacinovic anotara el tercero de su conjunto antes de que el colegiado señalara el final del encuentro, el árbitro decidió, tras consultar el VAR, que un derribo dentro del área en la que atacaba el Bayern no merecía ser penalti.

112862

Copa alemana

1
3
Alineaciones
Bayern de Múnich
Ulreich; Kimmich, Sule, Hummels, Alaba; Javi Martínez, James Rodríguez, Müller (Coman, 70'), Thiago (Tolisso, 64'), Ribéry (Wagner, 87'); y Lewandowski.
Eintracht de Frankfurt
Hradecky; Salcedo, Hasebe, Abraham; Wolf (Gacinovic, 60'), Mascarell, De Guzmán (Russ, 74'), Willems; Boateng, Da Costa; y Rebic (Haller, 89').

La sorpresa la dieron los de Frankfurt desde el inicio, pues ya en el 11 Rebic se encargó de adelantar a su equipo con un bonita acción personal tras aprovechar una inocente pérdida de los rivales en la zona de creación. Pareció que Lewandowski ponía las cosas en su sitio cuando, ya en el 53, empató el 'match' aprovechando un pase atrás de Kimmich.

Y cuando más acechaban la portería rival los bávaros, un rápido contragolpe del Eintracht, en el 82, lo culminó nuevamente Rebic, que superó en velocidad a un lento Hummels. El Bayern, por supuesto, echó el resto para solucionar el entuerto. Y estuvo a punto de hacerlo a la italiana, pero el colegiado no estuvo por la labor. El pitido de Zwayer, tras consultar el VAR, señaló saque de esquina, y no pena máxima como pedían los bávaros.

Gacinovic recogió el despeje de su defensa tras el saque de esquina para, tras una extraordinaria carrera en solitario, anotar a puerta vacía y destara la locura entre los eufóricos aficionados de su equipo.