El obús de Koeman en el minuto 111

1992

1992 / sport

David Salinas

- El 20 de mayo el Barça acabó con una maldición que le perseguía desde 1961. El Dream Team de Cruyff pasó página

- Koeman, al transformar una falta indirecta, dio la primera Copa de Europa al Barça

El FC Barcelona saldó una deuda histórica el año que la Ciudad Condal albergó los Juegos Olímpicos. Como si fuera un presagio, el equipo de Johan Cruyff, el Dream Team, alcanzó su madurez poco antes de la mágica cita y 31 años después de la primera decepción en Berna y 6 de la de Sevilla, el Barça ahuyentó definitivamente los fantasmas del pasado.

El camino hasta Wembley no fue nada fácil para el grupo azulgrana, que afrontó la última edición de la Copa de Europa (1991-92) contra el último campeón de la RDA, el Hansa Rostock, y el último de la RFA, el Kaiserslautern.

Después llegó la gran novedad del torneo, que cambió de formato para suprimir las eliminatorias de cuartos de final y semifinales por una liguilla de dos grupos de cuatro equipos cada una, adquiriendo el primero de cada grupo la condición de finalista. El Barça se deshizo en esta fase del Sparta de Praga, Benfica y Dinamo de Kiev. Así llegó a la final del 20 de mayo de 1992 contra la Sampdoria de Génova, el mismo adversario de la final de la Recopa 1988-89. El partido, que fue competido y nivelado, se resolvió en la prórroga. La historia reservó el papel de héroe al entonces jugador por quien el Barça había pagado más de 800 millones de pesetas: Ronald Koeman. Especialista en los disparos desde la larga distancia, el futbolista de los Países Bajos conectó un potente obús desde fuera del área, a la salida de una falta indirecta, que superó al portero Pagliuca. Era el minuto 111 (6 de la segunda parte de la prórroga). Un tanto que acabó con la desgracia del Barça en la competición y significó un antes y un después en la historia del club. “Al marcar el gol se me puso la piel de gallina”, reconoció Koeman tras el tanto.

Los héroes de aquel 20 de mayo fueron: Zubizarreta; Ferrer, Koeman, Nando, Juan Carlos; Guardiola (112, Alexanko), Eusebio, Bakero; Laudrup, Salinas (64, Goikoetxea) y Stoichkov. En el banquillo quedaron Busquets, Nadal y Begiristain.

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¿QUÉ FUE DE ÉL?

Un jugador talentoso y carismático como Ronald Koeman estaba llamado a seguir en el mundo del fútbol después de colgar las botas en 1997 (en el Feyenoord). Y así fue. El futbolista de los Países Bajos inició un largo periplo en los banquillos, empezando como asistente en la selección de su país y en el FC Barcelona para seguir en los del Vitesse, Ajax, Benfica, PSV Eindhoven, Valencia, AZ, Feyenoord, Southampton y Everton. En la actualidad está al frente de la selección ‘oranje’, con la que fue subcampeón de la Liga de las Naciones 2018-19 y con la que ahora tiene el objetivo de llegar a la fase final de la Eurocopa 2020 y, después, al Mundial 2022 de Catar.

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BARCELONA 92 CAUTIVÓ AL MUNDO

Entre el 25 de julio y el 9 de agosto de 1992 Barcelona vivió un sueño colectivo. Los Juegos Olímpicos fueron los ‘juegos mágicos’. La ciudad se abrió al mundo para mostrarse con toda su belleza y esplendor desde la ceremonia inaugural a la de clausura. Fueron los Juegos de Cobi, los del espectacular encendido del pebetero a cargo de Rebollo, los de históricas medallas, como la de Fermín Cacho... Fueron los Juegos, también, de los voluntarios y fueron los Juegos de la comunión entre deportistas y público.

Deportivamente hablando, la delegación española finalizó en la sexta posición del medallero con 22 metales (13 de oro, 7 de plata y 2 de bronce), solo superada por el Equipo Unificado (112), EE.UU. (108), Alemania (82), China (54) y Cuba (31). Los oros llegaron en atletismo (Cacho y Plaza), ciclismo (Moreno), fútbol (masculino), hockey (femenino), tiro con arco, natación, vela (4) y judo (2).