Rijkaard y su primer alirón

2005

2005 / sport

Lluís Payarols

- El Barça se había olvidado de celebrar ligas en los últimos años, pero todo cambió en la primavera de 2005

- A dos jornadas del final, el Barça amarró su primera Liga del siglo en el campo del Levante

El 14 de mayo de 2005, en el estadio Ciutat de València, el Barça soltó un lastre de seis años. Quizá una cantidad mínima si pensamos en los catorce de sequía hasta la Liga 73-74 o los once que pasaron desde aquel alirón al de 1985 en Valladolid.

Pero era una larga travesía por el desierto hasta que el equipo de Frank Rijkaard volvía a asegurar el título de la regularidad. Desde 1999, el primer equipo del FC Barcelona no había logrado festejar ningún título oficial a nivel nacional o internacional.

Dos Copas Catalunya eran el balance en este lapso de tiempo, pero todo cambió en ese momento. Fue también la primera Liga de Joan Laporta en su mandato, después de que la temporada anterior, la de su debut en la presidencia, le hubiera dado más penas que alegrías.

25 victorias, 9 empates y 4 derrotas. Con estos números, el conjunto blaugrana firmó un registro de 84 puntos al final del campeonato. Cuatro más que su único perseguidor, el Real Madrid, ya que el tercero en discordia –el Villarreal– quedó 19 puntos por debajo. 

Aunque el 4-2 encajado en el Bernabéu el 10 de abril pudo dar algo de emoción, los de Rijkaard se pusieron las pilas y desde aquel KO encadenaron cuatro triunfos seguidos sin encajar ni un solo gol.

2-0 contra el Getafe, 0-4 en La Rosaleda ante el Málaga, 2-0 recibiendo al Albacete y 0-2 en el campo del Valencia. Unos resultados que también catapultaron a Víctor Valdés en su triunfo en el Trofeo Zamora, con un promedio final de 0,71 goles por partido, por 0,81 del madridista Iker Casillas. 

Y llegó el día D. 14 de mayo. Jornada 36. Al Barça le bastaba con un punto ante el Levante para conseguir su objetivo. Pese a todo, no fue fácil, ya que Rivera adelantó al conjunto granota en el minuto 34.

El 1-0 fue el marcador al descanso, lo que atrasaba el alirón. Sin embargo, en el minuto 60, Xavi Hernández sacó un córner a la izquierda de la portería de Mora. Rafa Márquez peinó al segundo palo y Eto’o, oportuno, remató de cabeza y logró un gol que valía una Liga.

Sobraron dos partidos. El FC Barcelona deseaba acabar con su sequía de títulos y regresó de Valencia con la primera de las dos Ligas que consiguió con Frank Rijkaard en el banquillo.

En agosto, refrendó el éxito conquistando la Supercopa de España contra el Betis (0-3 en el entonces Ruiz de Lopera y 1-2 en el Camp Nou). El Barça volvía a ser ‘triomfant’.

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¿QUÉ FUE DE ÉL?

Frank Rijkaard finalizó su trayectoria en el Barça al acabar la temporada 2007-2008. El holandés tuvo solo dos experiencias más en los banquillos, hasta que en marzo de 2014, con 52 años, anunció que no volvería a ejercer más como entrenador y desde entonces no ha aceptado ninguna propuesta, salvo su paso por la Monteverde Academy de Florida para ayudar a los jóvenes valores a adquirir mecanismos del fútbol europeo.

Hasta el momento de su retirada, dirigió en breves espacios de tiempo al Galatasaray y a la selección nacional de Arabia Saudí. Alejado de los banquillos, en los últimos años ha dedicado sus esfuerzos a un popular restaurante llamado ‘Dengh’ y ubicado en Utrecht.

Siempre, eso sí, desde la vertiente empresarial, no poniéndose al frente de los fogones emulando a Jordi Cruz, claro.

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El único campeón del mundo español de la F1

El 25 de septiembre fue un día que Fernando Alonso nunca olvidará. El piloto asturiano, el primer español que había ganado un Gran Premio de Fórmula 1 –el 24 de agosto de 2003 en Hungaroring–, se convirtió ese día en campeón del mundo de la especialidad, al imponerse en el GP de Brasil al volante de su Renault.

Con siete triunfos y quince podios, Alonso acabó con el reinado de Michael Schumacher y  se convirtió en el campeón más joven de la historia, desbancando a un mito del deporte de las cuatro ruedas como era Emerson Fittipaldi.

Años más tarde, Sebastian Vettel desposeyó de ese honor al ovetense. 2005 fue un año inolvidable para el mejor piloto español de F1 de la historia, ya que también fue reconocido con el premio Príncipe de Asturias de los deportes.

Lo recogió cuando ya tenía el título en el bolsillo, quizá sin imaginar que la temporada siguiente iba a repetir éxito en el campeonato, obteniendo su segundo y último Mundial.

Lo hizo también con Renault, en el último año con esa escudería. En 2007 se incorporó a McLaren y, tras un breve regreso a Renault, soñó con ser campeón con Ferrari entre 2010 y 2014, pero tuvo que conformarse con tres subcampeonatos.

En los últimos años se ha pasado al mundo de la resistencia, siendo también campeón del mundo. Fernando Alonso no tiene límites al volante.