Adiós a tres grandes cracks

1995

1995 / sport

David Salinas

- El paso del tiempo deterioró las relaciones entre los jugadores y el entrenador hasta hacerse insostenibles

- Las despedidas de Romario y Stoichkov fueron traumáticas por sus diferencias con Johan Cruyff

El año 1995 pasó a la historia del FC Barcelona como el de las despedidas. Romario, Ronald Koeman y Hristo Stoichkov abandonaron la entidad con el reconocimiento y cariño de la afición y, al mismo tiempo, con un buen número de títulos en su palmarés.

Fieles a sus respectivas personalidades, sus partidas fueron distintas, pero sentidas por igual por una hinchada que los idolatró y disfrutó con todos ellos.

El adiós de Romario fue el más directo. Salió por la puerta falsa. Después de ganar el Mundial de Estados Unidos 1994 y regresar al Barça con retraso (23 días) y prepotencia por el éxito conseguido, su relación con Cruyff fue deteriorándose hasta hacer la situación insostenible.

El brasileño, después de un año y medio en el Camp Nou y con licencia para hacer lo que le viniera en gana, optó por regresar a su país. Su repentina nostalgia hizo mella en su rendimiento y el Barça dijo basta. Fichó por el Flamengo y el Barça alegó que lo dejó marchar «por razones humanas y deportivas».

Stoichkov, igualmente, tuvo una salida traumática. El búlgaro, que planteó un pulso personal con Johan Cruyff, llegó a decir «si sigue él, yo me voy», se fue harto de que el técnico cuestionara su rendimiento partido a partido.

También dijo que «cuando se pierde, pierde Stoichkov y, cuando se gana, ganan todos». El fuego cruzado y la guerra fría acabaron con Stoichkov, que fue apartado y multado. Fichó por el Parma y, ya sin Cruyff en el banquillo, regresó el curso 1996-97.

Finalmente, Koeman también dio por terminada su etapa azulgrana después de llegar al Barça la temporada 1989-90. La salida del fenómeno de los Países Bajos, un caballero, fue la más sentida por ser el autor del gol de la final de Wembley. Fichó por el Feyenoord.

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EL DREAM TEAM, EL EQUIPO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA

Con las partidas de jugadores como Romario, Stoichkov o Koeman, el Dream Team del FC Barcelona pasó a formar parte de la historia. El conjunto forjado por Johan Cruyff se caracterizó por practicar un estilo de fútbol en el que el balón era el protagonista, el juego se abría por las bandas y se apostaba por priorizar el aspecto ofensivo al defensivo.

Con la pérdida de los referentes de ese equipo de leyenda, el Barça, sin cambiar de idea, trató de armar otro equipo, pero la directiva no fichó los jugadores que pidió Cruyff, entre ellos Zidane.

Sin refuerzos de lujo, el equipo no tuvo más remedio que entrar en otra dinámica: la apuesta por la gente joven. El proyecto, sin títulos de peso (solo una Supercopa de España), aguantó dos años y Finalizó de forma traumática con el cese de Cruyff en la recta final del curso 1995-96.

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MIKE TYSON, DE LA CÁRCEL... AL RING

El 25 de marzo saltó la noticia: Mike Tyson abandona la prisión de Plainfield (Indiana, Estados Unidos) y deja atrás tres años entre rejas. El campeón de los pesos pesados no perdió el tiempo y, recuperada la libertad, empezó a prepararse para el asalto al Mundial.

La pesadilla para Tyson acabó cuando salió del centro penitenciario, al que ingresó después de que fuera considerado culpable de violar en 1991 a Desirée Washington, candidata al título de Miss América Negra.

Durante su estancia en prisión el boxeador se convirtió a la religión islámica y salió con el objetivo de recuperar el tiempo y demostrar que seguía siendo el número 1 de los pesos pesados.

Tyson ingresó en la cárcel el 26 de marzo de 1992, siendo condenado a seis años y 30.000 dólares de indemnización a la víctima. Salió a los tres años y ocho meses por buen comportamiento y volvió al ring con victorias sobre Frank Bruno, Peter McNeeley y Buster Mathis Jr. Tyson se hizo con el título de la WBC en su primer combate y poco después con el de la WBA.

En los ocho asaltos que disputó desde que salió de la cárcel ganó 80 millones de dólares, pero el dinero no lo alejó de otros problemas, como el de volver a caer en el consumo de estupefacientes. En julio de 2004 subió por última vez al cuadrilátero y, después de la pelea, que perdió, colgó los guantes.