La primera vuelta en el Camp Nou, todo un clásico

Lanzar una moneda al aire y que salga cara o cruz es totalmente aleatorio. La teoría dice que cuantas más veces tires la moneda, más tenderá a acercarse al 50 por ciento de probabilidad el resultado. Con los clásicos Barça-Madrid, en cambio, no ocurre lo mismo. Al Barça le sale cruz en demasiadas ocasiones cuando al orden de los estadios se refiere. Si es cuestión de azar, definitivamente el conjunto azulgrana tiene mala suerte.

Y es que será la tercera vez consecutiva que al Barça le toca jugar primera en el Camp Nou y tener que rendir visita en la segunda vuelta al Santiago Bernabéu o, como puede ocurrir esta temporada, al Alfredo di Stéfano de la Ciudad Deportiva madridista. Las dos últimas campañas fue en la décima jornada el partido en feudo azulgrana, ahora se ha adelantado un poco y será en la séptima.

Una temporada especial

Las victorias valen lo mismo, tres puntos, se juegue en casa o fuera, pero es indiscutible que en la segunda parte del campeonato los partidos se vuelven más decisivos. Y jugar en casa es un valor añadido para el equipo local, al menos a priori, porque después a la práctica al Barça le ha ido muy bien, excepto la última temporada, visitar el Bernabéu. Es inevitable no echar la vista atrás y recordar el 2-6 de la temporada 2008-2009.

Hay que tener en cuenta que esta temporada es especial porque, según como evolucione la pandemia, el encuentro de la segunda vuelta podría ser con público en las grandes, aunque no sea en un cien por cien del aforo, lo que supondría una clara ventaja en este caso por parte del Real Madrid.

Diferencias en el siglo XXI

La realidad es que de las 22 temporadas que llevamos de clásicos en el siglo XXI, contando la actual, pues desde hace semanas que está definido el orden de los partidos, el clásico de la primera vuelta se habrá jugado 15 veces en el Camp Nou por solo siete en el Santiago Bernabéu/Valdebebas. Es decir, más de dos tercios de los Barça-Madrid han sido primero en feudo azulgrana, o lo que es lo mismo, el Barça ha acogido menos de un tercio de los clásicos de la segunda vuelta, la que define los campeonatos.

Casualidad o no, a todos nos sorprendería tirar una moneda al aire en 22 ocasiones y que en 15 salga cruz. Pues eso mismo le sucede al Barça con el calendario y los clásicos.