No hubo color en el duelo

Messi, un 'hat trick' para brillar más que Cristiano Ronaldo

El clásico entre Madrid y Barça dejó claro que Leo Messi es el mejor del mundo por delante de cualquiera que le intente hacer sombra

Cristiano Ronaldo y Messi cara a cara

Cristiano Ronaldo y Messi cara a cara / sport

Miki Soria

No hubo color. Leo Messi ganó el duelo personal con Cristiano Ronaldo con mucha diferencia. El delantero azulgrana anotó tres de los cuatro goles de su equipo y asistió a Iniesta en el otro tanto azulgrana. Un partido casi perfecto de Leo Messi, que fue junto con Andrés Iniesta la brújula del Barça en el Bernabéu y que completó una noche para la historia. Convirtiéndose en el máximo goleador de la historia de los clásicos, superando a Hugo Sánchez como segundo goleador de la historia de la Liga y consiguiendo, por primera vez para un jugador del Barça, un 'hat trick' en el Bernabéu.

Nada más empezar el partido el delantero argentino puso a funcionar su faceta de asistente. Dos asistencias a Neymar no encontraron el gol, pero sí lo hizo el pase de Messi a Iniesta, que adelantaba por primera vez a los azulgranas.

Intentó el gol en el minuto 15, pero no vio portería hasta el final de la primera parte, cuando el Madrid ya había remontado el partido. Messi combinó con Neymar y tras un semi-despeje de Ramos, fue más listo que nadie y remachó al fondo de la red un balón muerto en el área.

En la segunda parte, tras un nuevo gol del Madrid, volvió a aparecer en los dos penaltis señalados por Undiano Mallenco. En ninguno de los dos le dio opciones a Diego López, que se tiró bien en los dos, pero nada pudo hacer para evitar el 3-3 y el 3-4. El primero, ajustado al palo izquierdo del portero por bajo; el segundo, por toda la escuadra izquierda.

Cristiano, desaparecido

Menos brillante fue el partido de Cristiano Ronaldo. Mientras Di María y Benzema sí que destacaron en la primera mitad por parte del conjunto blanco, el portugués apenas realizó un par de disparos a portería en los primeros 45 minutos. Un tiro que detuvo Valdés y un lanzamiento de falta que se estrelló en la barrera.

Sí fue decisivo al principio de la segunda parte, cuando fue derribado por Alves en la frontal del área en la jugada que significó el penalti a favor del Madrid. Un penalti que no debió ser señalado, pero que convirtió con acierto el delantero luso. Fue su acción más peligrosa en ataque. A partir de ahí, pasó sin pena ni gloria, sin protagonizar ningún tiro más a portería y viendo una tarjeta amarilla en la recta final del encuentro por golpear a Mascherano en un salto.