Jordi Alba llega al clásico como una moto

German Bona

German Bona

Jordi Alba llega al clásico en un gran momento de forma y erigido en unos de los principales argumentos ofensivos que esgrimirá Ernesto Valverde para desarbolar al Real Madrid. A pesar de su condición de defensa, sus subidas por la banda y las irrupciones en el área rival son una constante y un quebradero de cabeza para los entrenadores contrarios. Cuando el de L’Hospitalet arranca la moto, se crea una superioridad muy difícil de contrarrestar, como se evidenció el miércoles ante el Inter de Milán, cuando marcó el gol de la sentencia después de combinar con Rakitic.

Quien pensara que con la ausencia de su gran socio, Leo Messi, Alba se iba a apagar en sus incursiones estaba más que equivocado. Lógicamente, pudo echar en falta al mejor del mundo como el resto de sus compañeros, pero ante los italianos también demostró su capacidad para explotar otras combinaciones con sus compañeros de equipo.

Y es que a Alba no hay quien lo pare, ni siquiera Luis Enrique con su decisión de dejarle fuera de La Roja o la indefinición del club a la hora de negociar una más que merecida renovación. Lo evidenció ante el Inter y ya lo había dejado claro en otra cita de prestigio en la Liga de Campeones, la visita a Wembley para enfrentarse al Tottenham. Ese día, Jordi Alba dio tres asistencias de gol, una cifra brutal, y más para un lateral. Y ahora, quiere ‘hacer daño’ en el clásico, un partido que concentra todas las miradas y que, sin Messi, se tiene que romper de otras maneras.

El peligro por la banda izquierda del ataque azulgrana está más que garantizado. La baja de Carvajal, el habitual lateral derecho del Madrid, puede ser explotada por el de L’Hospitalet, pues Odriozola, si es finalmente el elegido, puede verse superado por los acontecimientos. Alba crea muchísimo respeto al rival.