La historia de los 'puentes aéreos'

El hijo de Isaac Albéniz, primer tránsfuga Barça-Madrid

A lo largo de la historia, 39 futbolistas han vestido las camisetas del Barça y del Real Madrid. El primero de ellos, de apellido ilustre

Lluís Payarols

Salvo error u omisión, esta selecta lista está compuesta de 39 jugadores que han defendido ambos escudos. No siempre cambiando directamente de equipo, sino también previo paso por otros. Y no siempre en la misma época. Porque hubo épocas en las que la rivalidad entre los dos grandes de la Liga española no era tan acentuada. 

Es una historia con buenos y malos, con algunos que se fueron bien del eterno rival y otros que pasarán a la historia de quienes eran su primera afición como traidores futbolísticos. Aunque dicen que el tiempo lo cura todo, es difícil que los seguidores del Barça perdonen a Luis Figo por su sonado fichaje por el Real Madrid, igual que los madridistas harán lo propio con Luis Enrique por su marcha al Camp Nou en 1996. Son dos de los casos más polémicos de una relación que se abrió hace 111 años, justo cuando se fundó el Real Madrid.

ZAMORA Y SAMITIER, ENTRE LOS PIONEROS

El 23 de mayo de 1902, la prensa de la época anunciaba la incorporación al Madrid de un 'sportman' llegado de Barcelona. Se llamaba Alfonso Albéniz Jordana. Tenía solo 16 años -nació el 1 de enero de 1886- y militaba en aquel Barça fundado por Joan Gamper desde el año 1901. Era el mayor de tres hermanos y su padre era nada más y nada menos que el compositor Isaac Albéniz. Su pase al entonces llamado Madrid Football Club -lo de Real llegó años después- no fue tan traumático como el de Figo casi cien años después. Simplemente fue por motivo de estudios. Años más tarde, Albéniz fue directivo madridista e incluso el primer presidente del Colegio Nacional de Árbitros.

Los datos recogidos por nuestros compañeros Toni Closa y David Salinas en su obra estadística 'Barça Eterno' nos revelan que José Quirante, Arseni Comamala Walter Rozitsky hicieron la misma ruta en los primeros quince años del siglo XX. Lo mismo ocurrió, a la inversa, con Charles Wallace y Henri Normand, quienes cambiaron el Madrid por el Barça en 1908. Mientras, José Angel Berraondo se despidió del club blanco en 1909 para recalar en Barcelona cuatro años después, previo paso por el Club Ciclista y la Real Sociedad.

Pero sin duda los nombres más conocidos entre los pioneros que vistieron las dos camisetas son los de Ricardo Zamora y Josep Samitier. El 'Divino' fue portero del Barça entre 1919 y 1922, mientras que se incorporó al Real Madrid en 1930, donde llegó procedente del RCD Espanyol. Samitier fue tránsfuga directo, ya que en 1932 cerró trece años en el equipo barcelonista para vestir de blanco. A la afición barcelonista no le sentó nada bien el salto del 'home llagosta', pero el tiempo acabó curando todo.

Mariano García de la Puerta, quien militó en el Barça entre 1930 y 1931, fue el último jugador que defendió los dos escudos antes de la Guerra Civil, ya que se fue al Betis y jugó en el Madrid la temporada 35-36.

DI STÉFANO, TRÁNSFUGA A MEDIAS... Y POR DECRETO

Durante la dictadura de Franco, los cambios de camiseta siguieron. Sin embargo, el más sonado no lo fue oficialmente, ya que Alfredo Di Stéfano solo llegó a jugar algún amistoso con el entonces llamado CF Barcelona. El Real Madrid reclamó también su fichaje y la intervención gubernamental acabó favoreciendo al club blanco, quien convirtió a 'la saeta rubia' en su futbolista insignia en las décadas de los 50 y 60. 

A nivel oficial, Juan Marrero 'Hilario' inauguró este período. Había jugador en el Real Madrid hasta 1936 y, después de enrolarse en el Valencia durante los tres años de Guerra Civil, se incorporó al Barça en 1939. En la década de los 40, dos gavanenses, los hermanos Navarro, vistieron las dos camisetas. Joaquín, conocido históricamente como 'el Fifo' por haber sido el primer futbolista español en jugar con una selección mundial de la FIFA, se fue del Barça en 1942 y fichó por el Real Madrid en 1949, tras pasar por el Sabadell. Su hermano Alfonso tuvo una carrera más dispersa. Estuvo en el Barça entre 1946 y 1950, año en que se fue al Real Madrid por una temporada. Tras militar en el Valladolid y en osasuna, regresó al Barça en 1954. Por su parte, Josep Canal fue blanco la campaña 45-46 y en ese último año se fue al Barça.

Fueron años en los que la rivalidad se fue acentuando. Mucho más a raíz de una encerrona en la Copa de 1942 con aquel 11-1 que aún hoy se recuerda y también a raíz del ya comentado 'caso Di Stéfano'. Justo Tejada, barcelonista entre 1953 y 1961, pudo comprobarlo cuando recibió la baja y aceptó la oferta del Real Madrid, donde jugó hasta 1963. Y fue siempre rival del siempre recordado Chus Pereda, quien jugó en el Real Madrid la temporada 57-58 y, tras militar en el Sevilla, fue jugador del Barça en el mismo 1961 en que Tejada subió al avión en El Prat y se apeó en Barajas.

Laszlo Kaszner, apodado 'Kaszas', estuvo poco tiempo en la disciplina del Barça -solo en 1957-, antes de jugar en el Espanyol en incorporarse al Real Madrid en 1959. Coincidió poco tiempo con un mito barcelonista, Evaristo de Macedo. El brasileño pasó a la historia por un portentoso gol en un remate en plancha contra los blancos, en un choque de la Copa de Europa. Sin embargo, en 1962 se vio obligado a dejar el Barça por su condición de jugador de extranjero y la llegada del uruguayo Cubilla. El Madrid aprovechó la situación para ficharle.

En 1965 se produjeron los dos últimos casos de transfuguismo de esta etapa. Dos futbolistas foráneos fueron los protagonistas. El delantero belga Fernand Goyvaerts cambió el Camp Nou por el Bernabéu, mientras que el interior francés Lucien Muller se quitó la camiseta blanca para vestir la blaugrana hasta 1968.

ÉPOCA DE VENGANZAS

El portero gallego Amador Lorenzo fue el primero en cambiar de portería en la época de la democracia. Cansado de ser el tercer portero blanco por detrás de Miguel Angel y García Remón, se marchó en 1978 al Hércules y en 1980 se incorporó al Barça, donde tampoco tuvo suerte: por delante suyo estaban dos mitos, primero Artola y después Urruti.

Amador coincidió en el primer equipo barcelonista con Bernd Schuster, quien acabó enfrentado en los tribunales a la directiva que presidía Josep Lluís Núñez. Pasó prácticamente una temporada en blanco -la 87-88- hasta que, con la baja en el bolsillo, decidió ejecutar su venganza e irse al Real Madrid. Años más tarde también fue entrenador blanco. 

Tampoco fue un camino de rosas el pase de Luis Milla al Real Madrid. Formado en la cantera del Barça, el turolense era uno de los futbolistas de más proyección en los comienzos de Johan Cruyff como entrenador. Sin embargo, el club y el jugador se distanciaron al exigir éste un aumento en su ficha que frenó el mismo Cruyff al considerar que aún debía progresar para equiparar su ficha a la de los veteranos. El Madrid aprovechó la tirantez para hacerse con sus servicios, incluso adelantando al propio Milla parte del dinero para que pudiera conseguir la carta de libertad. El Barça no notó en exceso su adiós, ya que por detrás llegaba otro joven valor de la cantera llamado Pep Guardiola.

En la 'era Cruyff' otros dos jugadores se marcharon al club de Chamartín. En este caso, dos futbolistas que fueron campeones de Europa en la final de Wembley de 1992. El central Nando Muñoz fue el protagonista de una rocambolesca situación ya que compró su libertad en ese mismo año por 500 millones de las antiguas pesetas para regresar al Sevilla. Una vez obtenida, el Sevilla le traspasó inmediatamente al Real Madrid, junto al entonces sevillista Zamorano

Nando coincidió también en el Real Madrid con Michael Laudrup. El danés fue una de las piezas clave de aquel inolvidable 'Dream Team', pero sus últimos meses en el Barça fueron un infierno para él. Con la llegada de Romario y la presencia de otros extranjeros de la época como el búlgaro Stoichkov y el holandés Koeman, a Laudrup casi siempre le tocaba ser suplente. Lo mismo le ocurrió en la final de Atenas contra el Milan, en la que no pudo enfrentarse a su hermano Brian, entonces en el Milan. Aquella final marcó el principio del fin del 'Dream Team' y el danés decidió aceptar una oferta del Real Madrid. Curiosamente, fue el único jugador que salió triunfador de los dos 5-0 casi seguidos entre Real Madrid y Barça. El de 1994 lo vivió como culé y el de 1995, como merengue.

Entre 1994 y 1996, tres jugadores que habían militado en el Real Madrid se incorporaron al Barça, si bien desde otra procedencia distinta. Julen Lopetegui (Logroñés), Gica Hagi (Brescia) y Robert Prosinecki (Real Oviedo) llegaron al Camp Nou. Por contra, un exbarcelonista, Miquel Soler, llegó a Chamartín previo paso por el Sevilla. El ahora entrenador del Mallorca B fue todo un coleccionista de camisetas: también jugó en el Espanyol, Atlético de Madrid, Zaragoza y Mallorca en la máxima categoría.

DE QUERIDOS A ODIADOS

Uno de los últimos jugadores que pasó de querido a odiado en el Real Madrid fue Luis Enrique. El asturiano había llegado al club blanco procedente del Sporting en 1991, pero cinco años más tarde decidió irse del club al no llegar a un acuerdo para la renovación de su contrato. La afición madridista nunca le perdonó ni le perdonará que su destino fuera su eterno rival, el FC Barcelona, con el que en la temporada de su llegada conquistó todos los títulos que jugaba excepto la Liga, que fue para el club blanco. Uno de aquellos trofeos, la Copa del Rey, lo logró ante el Betis en el mismísimo Santiago Bernabéu, el día en que el himno del Barça sonó por la megafonía de Chamartín.

En aquella temporada, Luis Enrique coincidió con tres futbolistas que acabaron en el Real Madrid. Dos de ellos no lo hicieron directamente. El andorrano Albert Celades recaló en el club blanco tras pasar por el Celta. Y el brasileño Ronaldo Luis Nazario, gran protagonista de la temporada 96-97, salió mal del Barça para irse al Inter. Estuvo cinco temporadas en el club de Milán, hasta que en el 2002 se convirtíó en jugador blanco.

El tercero de aquellos excompañeros de Luis Enrique provocó una de las polémicas más recordadas de los últimos años. Era un ídolo en el Camp Nou y pasó a ser uno de los futbolistas más odiados por los aficionados culés. El portugués Luis Figo dejó el FC Barcelona en el verano del 2000 después de que el Real Madrid abonara los 10.000 millones de pesetas de su cláusula de rescisión. Él fue el primer 'galáctico' de Florentino Pérez cuando éste accedió a la presidencia madridista. Sus visitas posteriores al Camp Nou dejaron claro cuál era el sentir de los barcelonistas respecto a aquel jugador tan querido hasta aquel verano del 2000. 

En la lista de tránsfugas se puede incluir a un futbolista que llegó a jugar con el primer equipo del Barça, el gallego Roberto Trashorras, y que en el 2003 recibió la carta de libertad para incorporarse al Real Madrid que entonces entrenaba Carlos Queiroz. Sin embargo, nunca llegó a debutar en partido oficial con el primer equipo madridista. En sentido contrario, pero con escalas, llegaron al Camp Nou Dani García, Alfonso Pérez y Samuel Eto'o. El primero y el último, procedentes del Mallorca. El getafense, desde el Betis.

También figura en esta lista de tránsfugas -y 'semitránsfugas'- fue Javier Pedro Saviola. El ahora delantero del Málaga fichó por el Barça en 2001, aunque no tuvo la continuidad que desearía. incluso pasó por dos cesiones al Mónaco (temporada 2004-2005) y Sevilla (2005-2006). Regresó al club blaugrana y, al no entrar en los planes de Rijkaard, no fue renovado y el Real Madrid se hizo con sus servicios. El 'Conejo' estuvo dos temporadas en Chamartín, sin gozar de la continuidad que buscaba.

La lista se cierra -por ahora- con un futbolista que solo disputó amistosos de pretemporada con el primer equipo barcelonista y que ahora juega en el Real Madrid Castilla. Kiko Femenía no culminó como a él le hubiera gustado su paso por el FC Barcelona, ya que solo jugó partidos oficiales con el Barça B de Eusebio Sacristán. Ahora prueba fortuna en el club blanco. 

De Albéniz Femenía, 39 futbolistas que pueden presumir de haber estado en los dos grandes. Una lista que no está cerrada ni mucho menos. ¿Quién será el próximo tránsfuga?