Un clásico atípico para aferrarse a la Liga

El estadio Alfredo Di Stéfano acoge uno de sus enfrentamientos directos entre Real Madrid y FC Barcelona más trascendentales de los últimos tiempos

Los de Zidane y los de Koeman buscan una victoria clave anímica y numéricamente para continuar presionando al Atlético de Madrid

Así ha sido el último entrenamiento del Barça antes del encuentro ante el Real Madrid

FCB

Jordi Carné

Jordi Carné

Un clásico es mucho más que un partido de fútbol. El enfrentamiento entre los dos mejores equipos de la Liga es capaz de paralizar el mundo; de conseguir que miles de aficionados se movilicen para presenciar en directo el espectáculo o se conglomeren en otros lugares habilitados para vivirlo de forma especial; e incluso de hacer frotar las manos a los propietarios de los negocios que acordonan el Camp Nou y el Santiago Bernabéu. El de este sábado, sin embargo, será el clásico menos clásico de la historia reciente. Se disputará en un escenario inédito, sin público en las gradas, con la gran mayoría de los aficionados en sus casas y sin que ninguno de los dos equipos inicie la jornada en primera posición. Algunos lo llaman ‘nueva normalidad’.

Real Madrid y FC Barcelona disputarán, eso sí, uno de sus enfrentamientos directos más trascendentales de los últimos tiempos. El conjunto blanco, pletórico después de vencer al Liverpool y poner un pie en las semifinales de la Champions, y el azulgrana, que ha sumado 51 de los últimos 57 puntos en la competición de la regularidad, se encontrarán en el estadio Alfredo Di Stéfano en busca de una victoria clave, deportiva y anímicamente, para dar el pistoletazo de salida al frenético tramo decisivo del curso. Y lo harán con Florentino Pérez y Joan Laporta en el palco. Otro clásico. Ha llegado la hora de la verdad. Todo lo que ha pasado hasta hoy es irrelevante. Lo que sucederá mañana, incontrolable. El ‘aquí’ y el ‘ahora’ cobrarán todo el sentido del mundo a partir de las 21.00 horas para dos equipos que llegaron a verse inmersos en temporadas de transición y que ahora ven real el sueño de levantar dos títulos.

Dos equipos muy competitivos

“El Madrid es el Madrid. Ha recibido demasiadas críticas, pero está vivo en la Champions League y la Liga Santander. No podemos desprestigiarlo”. De esta forma dejó muy claro Ronald Koeman, siempre sincero y conciso a la hora de expresar sus opiniones, lo que piensa del eterno rival. No le tiene miedo, pero sí que le respeta. Y es muy consciente que a los blancos nunca se les puede dar por muertos. Su Barça, no obstante, no les tiene nada que envidiar en el aspecto competitivo. Si bien es cierto que el equipo azulgrana vive en una montaña rusa de juego, sensaciones y resultados, no lo es menos que desde que empezó 2021 ha utilizado el carácter para seguir vivo en la Liga y la Copa del Rey. Se ha abonado a la épica e incluso se ha acostumbrado a marcar goles en los últimos minutos, algo que en Chamartín hace mucho tiempo que ocurre.

La previa del Real Madrid - FC Barcelona

La previa del Real Madrid - FC Barcelona / Marc Creus

La gran racha de resultados ha permitido al Barça no solo acercarse a un punto del aún líder Atlético de Madrid, sino también depender de sí mismo para ser campeón. El conjunto culé, sin embargo, es el único de los tres principales aspirantes al título que se tendrá que ver las caras con los otros dos candidatos. Teniendo en cuenta que a los catalanes les ha costado mostrar su mejor versión en los compromisos decisivos –de hecho, en la primera vuelta perdieron contra colchoneros y merengues–, el reto es mayúsculo. Aunque se suele decir que las Ligas se ganan en los campos menos mediáticos, aquellos en los que las estrellas tienen que ser capaces de bajar al barro y ‘ensuciarse’, la realidad es que esta temporada los enfrentamientos directos pueden acabar resultando categóricos.

Zidane, con menos margen de maniobra que Koeman

Aunque parecía que Zidane y Koeman encaraban la cita con un ‘problema central’, finalmente solo será el técnico francés el que lamentará las bajas de los dos pilares defensivos de su equipo. Sergio Ramos, con una lesión en el gemelo interno de la pierna izquierda, y Raphaël Varane, positivo por coronavirus, no estarán a disposición del míster merengue. Contra todo pronóstico, Hazard y Carvajal tampoco se han recuperado a tiempo y no forman parte de la convocatoria. En este contexto, lo más probable es que el Madrid repita el mismo once y planteamiento que le sirvió para imponerse al Liverpool, con Courtois en la portería;  Lucas Vázquez, Nacho, Militao y Mendy formando una línea de cuatro defensas; Casemiro, Kroos y Modric en la medular; y el tridente Vinicius-Benzema-Asensio.

En el Barça, que encadena tres clásicos sin conocer la victoria, Piqué y Sergi Roberto recibieron ayer el alta médica y formarán parte de la expedición a Madrid. Aunque no ha tenido las mejores sensaciones esta semana, el primero podría ser titular; el de Reus, sin embargo, lo tiene más complicado por el gran rendimiento de Dest en el 3-5-2 que tan buenos resultados le ha dado últimamente al conjunto de Koeman. Si el central regresa a la alineación inicial después de más de un mes de baja, De Jong adelantará su posición al medio del campo y Griezmann será el sacrificado, pues Dembélé se encuentra en estado de gracia y Messi es intocable. Araujo, ya en perfectas condiciones, podría salir de inicio y ocupar el sitio de Mingueza. Ter Stegen, Lenglet, Alba, Pedri y Busquets completarán el once azulgrana. Pese a las pequeñas modificaciones barcelonistas, ambos equipos serán fieles a la máxima de no tocar aquello que les ha funcionado en los últimos meses.