Llega la Itzulia con Vingegaard de estrella

Encabeza una ronda vasca a la que también se han apuntado Enric Mas, Landa, Bilbao, Gaudu, Carapaz y Carlos Rodríguez

La Itzulia llega con su habitual terreno rompepiernas, sin grandes puertos pero con un constante sube y baja

Jonas Vingegaard, con el maillot amarillo del Tour.

Jonas Vingegaard, con el maillot amarillo del Tour.

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

El ciclismo, por fortuna, es un no parar, como las ruedas de las bicis que giran y giran subiendo puertos y buscando una meta. En Semana Santa, no solo no se cuelga el letrero de cerrado por vacaciones, sino que los mejores corredores, repartidos como está ocurriendo en esta primavera, se citan en las carreteras vascas, para disputar de lunes a sábado, la Itzulia, la denominación correcta con la que ahora se debe citar a la Vuelta al País Vasco.

Como también es tradicional, la carrera no se distingue ni por la alta montaña, ni por carreteras llanas sin chispa, sino por un recorrido quebrado que exprime a los ciclistas como una naranja a la que se le saca el zumo. 

Seis días, tal vez el primero, este lunes en Labastida, en la Rioja Alavesa, sea el único más o menos llano, en la que se suben los pequeños pero complicados puertos que un cicloturista se puede encontrar en las carreteras vascas y navarras, y donde las figuras, encabezadas por Jonas Vingegaard, buscarán la victoria en la segunda carrera World Tour (la máxima categoría del ciclismo) que se disputa en España, justo a las dos semanas de acabar la Volta ganada por un compañero de filas del danés, el corredor esloveno Primoz Roglic.

La verdad es que Vingegaard tuvo un estreno de temporada sobresaliente. Se apuntó al O Gran Camiño (la nueva denominación de la ronda gallega) y ganó todas las etapas, excepto la primera porque se anuló por el mal tiempo. 

Fue un dominio aplastante, aunque luego, en la París-Niza, cedió ante el empuje de un Tadej Pogacar intratable. No pudo seguirlo y cuando lo intentó ni un gancho le sirvió para no perder el contacto con la rueda trasera del fenómeno esloveno. Y hasta el ciclista francés David Gaudu, tal vez ahora la principal figura para carreras por etapas en el país creador del Tour, estuvo más brillante, al acabar segundo, por delante de Vingegaard y por detrás de Pogacar.

Ahora, sin su gran rival en la ronda francesa, Vingegaard deberá tratar de recuperar nota y sobre todo capacidad de reacción para demostrar que circula en la dirección correcta de cara a un Tour que empezará no muy lejos de donde discurre esta semana la Itzulia, ya que la Grande Boucle se inicia el 1 de julio en Bilbao. 

Allí, precisamente, han colocado frente al estadio de San Mamés un reloj que va contando al revés los días y horas que faltan para que se inicie la gran cita ciclista de cada año. 

Enric Mas, ausente de la Volta, se antoja como el gran rival del corredor danés, en una temporada en la que el mallorquín del Movistar siempre ha estado arriba en las clasificaciones generales, al igual que las dos principales figuras locales, Mikel Landa y Pello Bilbao, colíderes en el conjunto del Bahrein y que no se han querido perder el contacto con sus carreteras y sus paisanos.

Significativo será el retorno a la actividad de Carlos Rodríguez, la perla granadina, después de caer en la Strada Bianche donde se rompió la clavícula que le impidió ir a la Volta. En su equipo, el Ineos, figura el colombiano Daniel Martínez, que defiende la victoria absoluta del año pasado. 

Lo hará ante otros rivales como Gaudu, Sergio Higuita (ganador de la Volta 2022), Richard Carapaz, Simon y Adam Yates, Ion Izagirre y el catalán Marc Soler.

La etapa reina, con salida y llegada en Eibar, será la última, en un Sábado Santo muy ciclista. Habrá llegadas también en Leitza (Navarra), Villabona (Guipúzcoa), así como en Santurtzi y Amorebieta. Todos los días por televisión a través de Eurosport, Esport3 e EITB.