Groenewegen se viste de 'groguet' en Villarreal

El esprínter neerlandés se enfunda el primer amarillo

El esprínter neerlandés se enfunda el primer amarillo / EFE

Jonathan Moreno

Desde su irrupción en el Tour de 2018, donde se adjudicó dos victorias de etapa antes de besar el asfalto y abandonar, Dylan Groenewegen se ha convertido en uno de los esprínters más respetados del pelotón internacional. El neerlandés pertenece a esa ‘Next Gen’ de ciclistas que, al contrario que en el tenis, sí han dado un paso hacia adelante y han logrado desbancar a sus antecesores. 

Con características y morfología de velocista clásico, dos piernas como columnas dóricas, Groenewegen demostró en la meta de Villarreal que esta temporada que justo ha echado a rodar podría ser la de su consagración total. Y, como no podía ser de otra forma, en una localidad donde el amarillo es religión, el de Amsterdam se impuso a Jakobsen y a Kristoff para enfundarse el primer maillot ‘groguet’ de la Vuelta a la Comunidad Valenciana. 

El Jumbo Visma empieza pisando fuerte. La escuadra de los Países Bajos es una de las que mejor se ha reforzado durante este largo y duro invierno. Eso sí, Tom Dumoulin, su jefe de filas con el permiso de Primoz Roglic, no tomó la salida en Castellón y causó baja de última hora en el control de firmas.

Quiere más

La jornada inaugural la animaron los cuatro valientes de siempre. Esos corredores que no les importa la kilometrada que les queda por delante. Ni tan siquiera la decepcion de ser cazados cuando el pelotón se pone serio. La cuestión es plantar batalla. Beullens, Laskurain, Sevilla y  Scaroni animaron el ‘cotarro’ desde la salida neutralizada y su aventura duró hasta que el Deceuninck y el Jumbo Visma se aliaron para dejarles con la miel en los labios. La entrada en Villarreal fue a mil por hora. 

“Quiero agradecer el gran trabajo que ha realizado mi equipo para poder conseguirla. Es la tercera vez que gano aquí y voy a por más”, aseveró Groenewegen.