Gimondi: un hijo de Bérgamo que se hizo leyenda

Mucho pesar hubo ayer sobre Bérgamo recordando y despidiendo a Felice Gimondi, el campeón que ganó todo y que murió por un repentino infarto mientras se bañaba tranquilamente en aguas de Giardini Naxos, en Sicilia.

Su estela partió desde el 29 de septiembre de 1942 en Sedrina, en Val Brembana, y voló por lo más alto del ciclismo. En la región lombarda, donde residía, era muy común encontrarse con él todavía entrenando con sus 76 años. La carrera del pueblo, de hecho, es llamada ‘Felice Gimondi’ en su honor.

El alcalde de la ciudad se pronunció acongojado. “Hoy es un día triste para el deporte italiano y para Bérgamo, uno de nuestros mejores campeones de todos los tiempos se fue”, apuntó Giorgio Gori. Porque es cuestión de estado que el primer ganador italiano de las ‘tres grandes’ haya muerto.Ganó el Giro, La Vuelta y el Tour, algo que ni Gino Bartali ni Fausto Coppi pudieron obtener.

Solo Vincenzo Nibali pudo igualarle casi medio siglo después. “La muerte de Gimondi es una gran pérdida. Es difícil para mí decir algo sobre lo que hizo como deportista, porque no viví su tiempo, no vi sus victorias. Pero sus palabras siempre fueron lo que necesité. Recuerdo su decepción cuando gané el Tour y los organizadores no lo invitaron. Siempre tuvo grandes palabras para mí, fue un gran personaje, un gran hombre. Ganar lo que ganaste en la era Merckx... Te extrañaremos. Recordaré su sabiduría”, apuntó ‘El Tiburón’, reconociendo la grandeza del que fuera también campeón mundial pedaleando sobre los terrenos de Montjuic.

coronado en suelo barcelonés

En el Campeonato Mundial de ciclismo de ruta disputado en 1973 en Barcelona, Gimondi batió al esprint a nombres como Ocaña, Maertens o el ‘caníbal’ Eddy Merckx con el que mantuvo una disputa a punta de plusmarcas ciclísticas.

“Con Gimondi se va un pedazo de mi vida. Felice fue ante todo un gran hombre, un gran campeón, desafortunadamente se lo llevaron. Es una gran pérdida para el ciclismo. Me vienen a la mente todas las luchas que hemos hecho juntos ...” , apuntó el corredor belga visiblemente acongojado por la pérdida. Pocos, o ninguno, habrá como él. Reposará para siempre en el Top 10 de la UCI como el 8º mejor ciclista de la historia. Pero para Bérgamo siempre será el rey.