David de la Cruz: "No es fácil gestionar la frustración que a veces te deja el ciclismo"

Entrevista con el corredor de Astana: su cambio de equipo, la dificultad del día a día del corredor y las exigencias del nuevo ciclismo

"Yo nunca he tenido problemas para trabajar, pero a uno siempre le gusta tener su espacio: Astana me ofreció eso"

David de la Cruz es imagen de Limar, firma italiana de cascos

David de la Cruz es imagen de Limar, firma italiana de cascos / @toestebantri / TriatlonChannel

Javier Giraldo

Javier Giraldo

David de la Cruz (Sabadell, 1989) dejó a finales de la pasada temporada el equipo UAE para firmar por el Astana con el objetivo de asumir nuevos retos y alcanzar metas más ambiciosas en un mundo, el ciclista, que está en plena revolución: más exigencia, más competitividad, jóvenes que aprietan fuerte, comidas medidas hasta el extremo y entrenamientos cada vez más estudiados. 

El corredor catalán, que atiende a SPORT por cortesía de Limar, firma italiana de cascos y de gafas, en la sede de SportMed de San Fruitós de Bages, desgrana los motivos de su cambio de equipo y desvela algunas de las claves que rigen el ciclismo actual. 

El año pasado dejas UAE para firmar por Astana. A muchos nos sorprendió el cambio… 

Cuando me contactó Astana y vi que me hacía una oferta económica mejor que la que tenía en UAE y que deportivamente me llamaba más la atención, decidí cambiar. Durante mi carrera he ido cambiando de equipo, quizá no con tanta regularidad, y eso creo que sirve para crecer mucho como deportista y también como persona. Para mí eso es super importante porque el día que deje el ciclismo quiero quedarme con algo más. He estado en un equipo inglés, un alemán, otro belga, el UAE que es una mezcla de nacionalidades, y ves muchas culturas y muchos métodos de trabajo distintos. Y es importante absorber de todo el mundo. Si siempre vas con la misma bicicleta, no sabes cómo son los competidores.

Se daba por hecho que firmarías por Movistar…

Antes de ir a UAE estuve muy cerca, solo quedaba la firma. Agradezco muchísimo a Eusebio [Unzue] todo el interés que puso mucho. El año pasado no llegué a hablar con él, así que lo que sonó fueron simplemente rumores. La gente estaba en lo cierto, iba a acabar vestido de azul… pero de Astana.

De la Cruz aspira a ser podio en la Vuelta a España

De la Cruz aspira a ser podio en la Vuelta a España / @toestebantri / TriatlonChannel

Sales de un equipo que cuenta con Pogacar, y con la figura de Matxín, importante en tu carrera deportiva. 

Sí, siempre ha sido muy importante en mi trayectoria. Bueno, UAE se está reforzando con corredores de un nivel muy alto y cada vez es más complicado tener tu espacio deportivo. Al final, Pogacar hará dos grandes al año, este año Tour y Vuelta, y también vienen chavales jóvenes que están subiendo fuerte. Por eso tu espacio deportivo se ve más mermado. Yo nunca he tenido problemas para trabajar, pero a uno siempre le gusta tener su espacio: a nivel personal me motiva a la hora de trabajar y cuidarme. Si no viera que tengo alguna carrera para mí, me costaría mucho exigirme, al margen de los resultados. Astana me ofreció eso. Uno tiene que ver cuál es la forma que tiene ese equipo de correr y cómo eres tú como corredor: el Sky, por ejemplo, era un equipo muy, muy metódico, todos a tren. Había muy poca capacidad de improvisación, aunque ahora está cambiando. Y yo me considero un corredor un poco más caliente, como podría ser el estilo del QuickStep. Vi que Astana tenía esa forma de interpretar el ciclismo, un poco más agresiva, y cuando vas madurando ves estas cosas, cuando eres más joven eso no lo ves. ¿Encajo ahí o no? Yo creo que Astana era el equipo que mejor iba a encajar.

Siempre has comentado que tu sueño sería alcanzar el podio en la Vuelta a España. ¿Lo ves posible en 2022?

Si estás rozando el top 5, luego no hay tanta diferencia: lo que hemos visto en las últimas grandes vueltas es que el que suele ganar muestra un nivel muy superior al resto, pero luego del tercero al quinto no hay tantas diferencias. Mira la Vuelta del año pasado, por ejemplo: Roglic fue muy superior, pero entre Enric Mas, Haig y Yates no hubo tanta diferencia. Una vez que estás ahí en ese pack…. Mi sueño deportivo poder hacer podio en la grande de casa, eso es lo que me motiva para trabajar. Tener esa idea es lo que hace tener el gusanillo de mejorar siempre. 

La irrupción de corredores como Pogacar, pero especialmente Van der Poel o Evenepoel, ¿está cambiando la forma de correr? Parece que ahora vemos un ciclismo más agresivo, más ambicioso….

En los últimos cuatro o cinco años, el nivel de ciclismo ha subido muchísimo porque se da importancia a campos en los que antes no se trabajaba tanto. La nutrición, por ejemplo: ha mejorado en los últimos cinco años de manera brutal. Si antes nos cuidábamos, ahora ya es un punto más. Pesamos todo: desayuno, comida y cena. Los equipos ya marcan cuántos carbohidratos vamos a tomar en cada etapa; 90 gramos por hora, o 140 gramos por hora si hay montaña. Unas cantidades brutales y que tienes que aplicar también en casa. Los materiales técnicos también han mejorado mucho. En la pandemia se notó mucho la fragilidad de nuestro trabajo, 21 equipos de la máxima categoría y solo hay sitio para algo más de 500 corredores en lo más alto. Cuando vienen chavales como Pogacar o Van der Poel, te enganchan: sube el nivel y sube la competitividad. Antes había carreras en las que te podías permitir llegar a un 80 por ciento, ahora ya no: en todas las carreras se llega al máximo y eso hace que todas las carreras estén disputadísimas. Pogacar empezó la temporada 2021 en mejor peso que cuando acabó el Tour anterior: se empieza al año al 110 por cien. Ahora todos los equipos hacen altura todo el año: estás corriendo o haciendo altura. Antes era correr muchos días de competición y varios de descanso. Ahora no; cuando vas a competición, es para llegar al máximo, y si no, es mejor que ni vayas. 

De la Cruz compartió salida en bici con un grupo de periodistas

De la Cruz compartió salida en bici con un grupo de periodistas / @toestebantri / TriatlonChannel

Mucha exigencia, también mental. A Dumoulin, por ejemplo, le agotó y dijo basta. ¿A ti nunca te ha pasado?

De momento no, pero sí que te cansas a veces del deporte de elite: para mí, lo más duro que tiene es que aquí, trabajo no es igual a resultado. Tú puedes estudiar muy bien para un examen y sabes que vas a sacar buena nota. En el ciclismo no siempre ocurre porque hay muchas variables: aspectos técnicos, caídas, lesiones, el viento, la lluvia. El pelotón es una lavadora constante. Y eso cansa a nivel psicológico porque dices, ‘estoy trabajando, haciendo las cosas bien, en casa los números me salen y en carrera no soy capaz de transmitir eso’. Saber gestionar esa frustración es complicado. Yo empecé a trabajar con un psicólogo deportivo hace dos años para tener la cabeza preparada para esos momentos. En el Tour de 2020, después del confinamiento, llegué a la primera etapa en Niza muy bien de forma y el primer día me caí y me rompí el sacro. Es una lesión dolorosa, pero pude acabar el Tour, y eso fue gracias al trabajo psicológico que llevaba haciendo desde hacía meses. 

¿Por qué crees que a los ciclistas españoles les está costando tanto ganar etapas en las grandes vueltas?

Hace unos años, el ciclismo estaba muy limitado a ciertos países: España, Italia, Francia, Bélgica, Holanda y poco más. Luego llegaron los ingleses y los australianos y sudafricanos. Pero ahora también tienes a Eslovenia, Eslovaquia, últimamente Eritrea; quizá dentro de un tiempo Ruanda o Lesotho. Venimos de una época de unos corredorazos que quizá nos han malacostumbrado, pero tenemos a Juanpe, Ayuso, Carlos Rodríguez… el ciclismo español poco a poco volverá a tener más protagonismo. Es cierto que hemos perdido equipos como el Murias, pero nacen otros como Kern Pharma o el rescate del Euskaltel. También se perdieron carreras que se están recuperando. Si no tienes muchos equipos y no puedes dar salida a los corredores de la base, es un problema porque de la cantidad sale mucha calidad. Pero estoy seguro de que esto son ciclos y vendrá una buena época para el ciclismo español.