'El Bala' enfundará su pistola

Alejandro Valverde ya ha iniciado su cuenta atrás del ciclismo. Se retirará con 42 años y culminando una brillante carrera

Después de 130 triunfos y miles de kilómetros en sus piernas, el ciclista español más completo dejará de pedalear el próximo año

Valverde, en imagen de archivo

Valverde, en imagen de archivo / EFE

Josep González

Josep González

Alejandro Valverde había amagado varias veces con su retirada pero, ahora sí, lo ha anunciado de forma tajante. “Lo digo con total seguridad, al cien por cien, esta próxima temporada va a ser la última como ciclista. Aunque con 42 años -los cumplirá el próximo 25 de abril- el nivel sea bueno, después de 21 años en activo… ¿qué más quiero? Ya ha llegado mi hora”, confirmaba a los micrófonos de Radiogaceta de los Deportes el corredor del Movistar Team.

El murciano, que empezó su idilio con la bicicleta cuando solo tenía 6 años, lleva sobre su cuerpo las cicatrices de los miles y miles de kilómetros que le ha dejado el abrasivo asfalto de las carreteras. Y, tras 130 triunfos en sus piernas, en 2022 dejará de pedalear en el pelotón internacional.

El ciclista más completo que ha tenido España, un todoterreno, se ha mostrado competitivo pese a superar sobradamente los cuarenta ‘tacos’ batallando frente a los Pogacar, Bernal, Evenepoel... que casi podrían ser sus hijos pero, ahora, reconoce que “no tiene sentido alargar más mi trayectoria”.

Valverde quiere poder disfrutar este último año sobre el sillín, saborear las carreras sin presión, sin grandes objetivos. Por eso tiene claro que no participará en el Tour, aunque sí espera estar en la Vuelta y duda sobre el Giro, amén de las clásicas y el calendario nacional. 

DE 'EL IMBATIDO' A 'EL BALA'

Atrás en el tiempo queda ya aquel chaval de 12-13 años al que apodaron ‘El Imbatido’ porque llegó a ganar más de 50 carreras seguidas en su Murcia natal luciendo los maillots del C.C. Puente Tocinos y el C.C. Santomera. Su talento le llevaría al Banesto amateur y, enseguida, Vicente Belda lo seduciría para saltar al profesionalismo en el Kelme-Costa Blanca.

En 2003, con 23 años, ya mostraba una velocidad portentosa cuando se aproximaba la meta y cruzarla, en muchas ocasiones, solo estaba al alcance de unos pocos locos valientes que batallaban como gladiadores en los últimos metros. En aquellos inicios trabajaba para Óscar Freire y, poco después, alcanzaría el estatus de líder en los sprints. Ya era ‘El Bala’.

Acabaría la Vuelta a España tercero en el podio y conquistaría etapas, pequeñas vueltas y clásicas. Su irrupción en el pelotón era indiscutible. En 2005 ficharía por el equipo Illes Balears-Caisse d’Epargne -posteriormente Movistar- y encadenaría triunfos a nivel internacional. Dauphiné, Lieja-Bastoña-Lieja, Amstel, París-Roubaix, Flecha Valona, París-Niza, Clásicas de las Ardenas... 

En 2007 su nombre quedaba en entredicho por presunta implicación en la ‘Operación Puerto’, la red de dopaje del doctor Eufemiano Fuentes. La UCI intentó excluirlo de las competiciones pero el TAS dictaminaría su derecho a participar ante la ausencia de pruebas acusatorias.

Con la sombra de la duda sobre sus espaldas, seguiría sumando carreras y, en 2009, lograría su primera Vuelta a España. Ese mismo año la ‘Operación Puerto’ volvería a reactivarse por las investigaciones del Comité Olímpico Nacional Italiano y confirmaría que la bolsa de sangre con el nombre en clave ‘18-Valv.Piti’ pertenecía a Alejandro Valverde.

Sería sancionado con dos años y en 2012, cumplido el castigo, volvería triunfando en las clásicas y sería segundo en la Vuelta. El Tour de Francia, sin embargo, le era esquivo. Hasta 2015. Acabaría tercero y podría disfrutar su podio en los Campos Elíseos. Luego sería tercero en el Giro (2016), campeón del mundo en ruta (2018), segundo en la Vuelta (2019)... y llegaría la pandemia del covid que lo paralizó todo.

Este 2021 sería casi testimonial y, en 2022, intentará ayudar a Movistar “en todo lo que pueda”. Dejará la bicicleta, eso sí, con honores y dejando el recuerdo de un ciclista que fue capaz de competir con los mejores escaladores en las montañas y, a la vez, pelear el sprint a los velocistas.