Alaphilippe y Valverde, a derribar el Muro de Huy
Jonathan Moreno
El tríptico de Las Ardenas llega a su segundo episodio, como si de la serie de moda se tratara, y con un temido muro de por medio, otro símil con uno de los fenómenos televisivos del último lustro. El ciclismo tiene ese punto épico, a lo Juego de Tronos, tal y como Mathieu van der Poel se encargó de demostrar el pasado domingo en la Amstel Gold Race. El neerlandés dejó con un palmo de narices a todo un Julian Alaphilippe, que saboreaba el triunfo en la clásica cervecera a falta de unos metros para la línea de meta.
Hoy será otra historia. El ciclista francés tiene la espina clavada e intentará resarcirse con su segunda victoria en la Flecha Valona, revalidando así el título del año pasado. Enfrente tendrá el ‘mosquetero’ al campeón del mundo, un Alejandro Valverde que estuvo en la Amstel lejos de los favoritos.
Maestro y alumno
Muchos los comparan. Su forma explosiva de entender este deporte les hace estar cortados por el mismo patrón. Alaphilippe siempre ha manifestado que el de Las Lumbreras es uno de sus ídolos y el año pasado ya consiguió someterle en territorio valón. Ambos se profesan mucho respeto y la admiración es mutua. Valverde intentará devolverle la jugada.
El Muro de Huy volverá a ser decisivo en la clásica del sur de Bélgica. Los últimos 1.300 metros al 9,6 por ciento con rampas del 21 decidirán la carrera. Este año la pared se superará en tres ocasiones dentro de un circuito final muy estudiado por los participantes. Antes, dos cotas aptas para algún aventurero que se líe la manta a la cabeza.
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