Todo lo que hay detrás de la no convocatoria de Shaqiri para Belgrado

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

El Serbia-Suiza del Mundial de Rusia fue mucho más que un partido. Fue, de hecho, una nueva demostración de que la herida de la Guerra de los Balcanes todavía sigue muy abierta. Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, helvéticos de origen albanokosovar, celebraron sus goles haciendo la doble águila albanesa, festejo que sirvió de réplica y 'venganza' a lo que hizo Stefan Mitrovic en un Serbia-Albania de 2014.

En aquel partido de Clasificación para la Eurocopa de 2016, el jugador serbio interceptó un dron que sobrevolaba el estadio con una bandera de la Gran Albania. Esta acción desencadenó una multitudinaria pelea entre jugadores sobre el césped y la inmediata suspensión del partido. Los albaneses enfilaron el túnel de vestuarios a la carrera mientras les caían objetos de todas partes.

Cuando Mitrovic alcanzó la citada bandera de la Gran Albania, el primer albanés que se le acercó para pedir explicaciones fue Taulant Xhaka, hermano de Granit Xhaka y que este viernes aprovechó su golazo para ajustar cuentas en el terreno político. 

Hay que recordar que Xherdan Shaqiri nació en Gnjilane, otrora territorio de la antigua Yugoslavia y actualmente región kosovar. Por su parte, el padre de Xhaka fue preso político durante varios años por sus reivindicaciones políticas en contra del gobierno yugoslavo. Las familias de ambos de exiliaron a Suiza durante la Guerra de los Balcanes.

Pero Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka no son los únicos jugadores de Suiza con nacionalidad albanokosovar, ya que Valon Behrami (Kosovo) y Blerim Dzemailli (Macedonia) viven una situación calcada. 

De hecho, como informó el periodista argentino Gonzalo Bobadilla, Behrami luce un tatuaje en su pierna derecha que simboliza lo que vivió durante su infancia. El tatuaje muestra un niño con una pelota y aviones bombardeando edificios.

NO FUERON SANCIONADOS

Antes del partido, la Federación Serbia pidió a la FIFA que no permitiera en el estadio ni banderas de Kosovo ni de la Gran Albania para no caldear excesivamente el ambiente, aunque finalmente éstas no se vetaron. En la previa del duelo, el jugador serbio Luka Milivojevic aseguró que su equipo no caería en provocaciones, lo cual permite pensar que unos ya tenían la provocación en mente y otros ya la esperaban.

Milivojevic, además, dejó sobre la mesa una acusación. "¿Si tanto sienten su tierra, por qué juegan con Suiza?", cuestionó el serbio.

LA FEDERACIÓN DE KOSOVO METE MÁS LEÑA AL FUEGO

Tras el encuentro, la Federación de Fútbol de Kosovo crispó aún más los ánimos en las redes sociales. "Solo jugaron contra tres de los nuestros (Xhaka, Shaqiri y Behrami), imaginad si jugaran contra 11... Por esto nunca quieren enfrentarse a nosotros. Orgullosos de ser albaneses.

PRISTINA FESTEJÓ EL KO DE SERBIA

Tras la derrota de Serbia ante Suiza, mucha gente en la ciudad de Pristina, capital de Kosovo, salió a la calle para celebrarlo.