Sigue la pesadilla del PSG: otra vez se despide en octavos

Se le resiste la Champions League al PSG. El cuadro parisino, inudadable rey de Francia en las últimas campañas (se ha proclamado campeón de la Ligue 1 en las últimas seis temporadas y va camino de la sexta) no encuentra el sendero en la máxima competición continental. Sabido mundialmente es que el gran objetivo de la entidad parisina es el de hacerse con la ‘Orejona’: desde la llegada a la presidencia de la entidad capitalina del qatarí Nasser Al-Khelaïffi, la indudable obsesion del máximo dirigente del club es la Champions.

Y, en los últimos años, ha fichado para ello: Cavani, Alves, Neymar, Mbappé, Draxler, Dí María, Buffon... Pero, por tercera temporada consecutiva, ha dicho adiós a la competición y por ende a su gran objetivo en octavos de final. Demasiado pronto para un proyecto que nuevamente encuentra el fracaso. Tuchel, como Emery, se despide en la actual ronda de la Champions.

NUEVO VARAPALO

El PSG encadena palo tras palo; las dos campañas anteriores el equipo no estuvo a la altura y se despidió en esta eliminatoria. La pasada campaña fue el Real Madrid el que dejó en la cuneta en octavos al PSG. Los de Emery cayeron por tres goles a uno en el Santiago Bernabéu, pero salieron del coliseo blanco esperanzados con que el gol de Rabiot les diese la posibilidad de dar la vuelta a la eliminatoria en el Parque de los Príncipes, pero nada más lejos de la realidad.A orillas del Sena, los de Zidane volvieron a llevarse el triunfo por un gol a dos.

Era la segunda ocasión consecutiva que le pasaba al PSG, puesto que el año anterior fue otro equipo español el que lo eliminó en octavos, el Barça, en una de las eliminatorias más recordadas en la historia d ela competición. Tras golear el cuadro parisino a los azulgrana por un contundente e incontestable 4-0, marcador que parecía imposible de contrarrestar en la vuelta en el Camp Nou, los de Luis Enrique hicieron una de las machadas más grandes del fútbol, ganando por un asombroso 6-1 gracias a una diana de Sergi Roberto en el 95’ que lo elevó a la categoría de ídolo e hizo estallar de júbilo a la afición culé.

A pesar de contar, sin lugar a dudas, con una de las mejores plantillas del mundo del balompié, Al-Khelaïffi sigue sin poder dar con la tecla para poder alcanzar su objetivo, ese con el que tendrá que seguir soñando después de un nuevo varapalo.