El Sevilla se queda a las puertas del milagro en Múnich

X. Serrano

No pudo ser. El Sevilla acarició el alcanzar la primera semifinal de la máxima competición europea en su historia. En un partido dominado por el Bayern en líneas generales, los hispalenses gozaron de la ocasión más clara del encuentro: un cabezazo de Correa que se fue a la madera

El Bayern salió a por todas. Heynckes alineó de inicio a sus cuatro fantásticos, con James incrustado en la medular junto a Javi Martínez. Un equipo ultraofensivo que dominó los primeros compases del choque. La elevada presión bávara anuló a Banega y el Bayern logró disparar con peligro en tres ocasiones en los primeros diez minutos. Los bávaros exprimieron un ritmo muy elevado al choque, generando situaciones de superioridad por ambas bandas. 

El Sevilla, bien ordenado en defensa, logró resistir en los primeros minutos de asedio germano y fue creciendo con el avance del crono.  Escudero y Sarabia buscaron portería con sendos disparos que salieron desviados. También pidieron penalti los hispalenses por unas manos de Boateng dentro del área que no vio el colegiado. Bajó el ritmo del partido y el Sevilla avanzó líneas, buscando el área de Ulreich sin llegar a poner a prueba al guardameta alemán. 

El Bayern, sin embargo, se sentía cómodo con más espacios. Ribéry hacía estragos por banda izquierda y Hummels rozó el primer gol con un zapatazo que salió lamiendo la cruceta de David Soria. El cuadro germano volvió a apretar antes del receso. Ribéry puso a prueba al arquero sevillista con un disparo desde la frontal que rechazó el guardameta. Instantes después fue Mercado quien tuvo que abortar ‘in extremis’ una asistencia de Müller, cuando el ‘7’ galo se preparaba para empujar el cuero a la red.

El arranque del segundo acto fue una copia de lo sucedido en el primero. El Bayern encerró al Sevilla en su área, generando peligro por ambos costados. Lewandowski cabeceó al lateral de la red un envió de Kimmich al segundo palo, mientras que Müller y James pusieron prueba los guantes de David Soria. Cuando peor lo pasaba, el Sevilla gozó de la ocasión más clara del choque. Correa se alzó por encima de Boateng para cabecear al travesaño una falta botada por Banega. 

Fue un espejismo. El cansancio hizo estragos en el conjunto hispalense que, sin embargo, lograba llegar con el marcador a cero al último cuarto de hora de partido. Montella introdujo tres  pares de piernas frescas para buscar la gesta en los minutos finales: Muriel, Sandro y Nolito. Intentó irse arriba el Sevilla, pero le faltó frescura en ataque para perturbar a la infranqueable zaga germana.

En los instantes finales del partido, Correa ensució su buena actuación con una entrada violenta y a destiempo sobre Javi Martínez que  le valió la expulsión. El pitido final confirmó la eliminación de un Sevilla que compitió hasta el último minuto. Los hispalenses cayeron con la cabeza bien alta.