La semifinal nostálgica

Jose González

Shevchenko ha emparejado a el Liverpool y la Roma en una semifinal que huele a historia. Ninguno estaba en las quinielas para estar en semifinales cuando se establecieron los cruces de cuartos pero si han llegado hasta aquí es por haber pasado por encima a dos de los máximos candidatos.

Ni City ni Barça estuvieron a la altura en los 180 minutos, hecho del que sí pueden enorgullecerse tanto Liverpool como Roma. Los dos favoritos sufrieron, y mucho, en Anfield y en el Olímpico, por lo que la eliminatoria puede estar en la solvencia defensiva fuera de casa. El conjunto inglés parte con más opciones por plantilla y por el juego vertiginoso made in Klopp que ha mostrado en esta Champions. No obstante, la Roma de Di Francesco ha demostrado que un gen competitivo en Europa al que no nos tiene acostumbrados.

Si bien el Liverpool suma 5 Copas de Europa por ninguna el conjunto romano, en la actualidad, ninguna de las dos plantillas tiene sobrada experiencia en este tipo de duelos, por lo que la presión puede pasar factura. En los banquillos sin embargo, sí hay una clara diferencia en este aspecto. Klopp acumula de su pasado en Dortmund incluso una final perdida ente el Bayern en 2013, mientras que para Di Francesco, esta es su primera temporada en Champions.

La vuelta en el olimpico

El partido de vuelta de la semifinal hará revivir la final disputada entre los dos equipos en el año 1984. La única en la historia de la Roma, que vió como el Liverpool se imponía en los penaltis en su propio estadio. Aquel equipo con Conti en banda y Pruzzo arriba se midió al mejor Liverpool de la historia, el de Rush, Daglish, Lee y compañía, que ganó cuatro Copas de Europa en ocho años.

En Roma se agarran al partido ante el Barça, un referente histórico mucho más cercano vivido en el Olímpico, para soñar con estar en la final de Kiev.