Rodri, el hijo futbolístico de Guardiola

Rodrigo Hernández es el corazón de este Manchester City. Un centrocampista total que ha firmado un gol que vale una Champions. Es el jugador que marca el ritmo de juego al que se amoldan el resto de sus compañeros. Frente al Inter se vistió de héroe para destrozar la red de Onana con un golpeo para el recuerdo. Precioso.

Fue un disparo marca de la casa, con el interior y al palo corto, con esa 'rosquita' que tan bien sabe hacer el madrileño. Recuerda inevitablemente a su gol en la remontada que valió una Premier frente al Aston Villa la pasada temporada. Una genialidad.

Rodri es el termómetro del equipo. Cuando está bien, el equipo fluye. Cuando falla, todos fallan. Mientras Haaland, De Bruyne o Bernardo ocupan las portadas, Rodri brilla en la sombra. Sin duda, es una de las figuras más infravaloradas del conjunto 'cityzen'. Y esta noche se encargó de recordarle al mundo lo buenísimo que es.

Es la extensión de Guardiola sobre el campo, siempre el primero en acudir a la banda para escuchar las indicaciones de su técnico. Hay veces que el técnico tiene tantas ganas de corregir los errores de sus futbolistas que parece que en cualquier momento va a saltar al campo. En momentos de locura, Rodri es la calma en medio de la tormenta.

Stones fue la clave de todo

La posición de John Stones es una de las innovaciones tácticas que nos ha dejado Guardiola esta temporada. Otra de las genialidades del técnico que ha hecho de este Manchester City un equipo sobrenatural. Esta noche ha sido, discutiblemente, el 'MVP' del partido.

Batiendo líneas en conducción, atreviéndose a dominar la zona de la mediapunta siendo el futbolista con más calidad en esa zona durante muchos momentos. Fue un futbolista omnipresente.

Su situación le permitió al City tener siempre superioridad en el centro del campo y respirar en los peores momentos frente al Inter. Con una gran confianza y valentía con balón, Stones se ha erigido como una de las piezas clave en el equipo. Junto a Rodri forman una pareja perfecta.