Salah y Alisson valen un pase a octavos

Salah y Alisson clasifican al Liverpool

 El gol del egipcio y un paradón del cancerbero 'red' dieron el billete para octavos al cuadro de Klopp / MEDIAPRO

Pol Ballús

El Liverpool estará en octavos de la Champions League, y mucho de ello lo debe agradecer a Mohammed Salah y Alisson Becker. El egipcio fue el de las grandes noches y salvó al Liverpool un día en el que se jugaba la vida. Suyo fue el solitario gol que doblegó al Napoli, aunque la sentencia definitiva la puso Alisson. El portero brasileño emergió con una parada descomunal en el 90' que frustró los sueños napolitanos, y permite a los ingleses pasan como segundos. Serán una de las bombas del próximo sorteo.

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Champions League

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Alineaciones
Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold (Lovren, 90'), Matip, Van Dijk, Robertson; Wijnaldum, Henderson, Milner (Fabinho, 84'); Salah, Firmino (Keita, 79'), Mané.
Nápoles
Ospina; Maksimovic, Albiol, Koulibaly, Rui (Ghoulam, 70'); Callejón, Allan, Hamsik, Fabián Ruiz (Zielinski, 62'); Insigne, Mertens (Milik, 67').

Más allá de Salah, el equipo de Jurgen Klopp volvió a encontrar su gasolina en la grada. Anfield Road sabe lo que es vivir noches grandes de Europa y las gestiona como nadie. Los ‘reds’ acumulan 19 partidos europeos sin perder en casa. La última derrota data de 2014, un 0-3 contra el Real Madrid.

La sobreexcitación inicial casi le cuesta cara al Liverpool con una dura entrada de Van Dijk a Mertens. Podría haber sido roja, el colegiado mostró amarilla. Klopp apostó por someter a su rival a través de la presión y la intensidad en el juego. A eso ayudan los Henderson, Wijnaldum y Milner, tres obreros que entienden a la perfección que en la idea de su entrenador no hace falta elaboración, si no un ritmo tan alto que asfixie al rival. Lo cierto es que el Liverpool, sin sobresalir, bloqueó al Nápoles de Ancelotti. Koulibaly y Albiol no encontraban salida, a Hamsik le estaba sin espacios para recibir y Mertens e Insigne, referentes italianos, estaban aislados.

En un partido sin brillo, el desequilibrio fue Salah. El egipcio convirtió su banda una autopista, y dejó con pesadillas a Mario Rui. Por su carril llegó un gol anulado a Mané por fuera de juego. A la siguiente, premio. Se deshizo el egipcio de su lateral con un golpe de cadera, en el área rompió la cintura de Koulibaly y en la definición, escorado, acertó entre las piernas de Ospina, mejorable en la acción.

Gritó con rabia Anfield, aun con mucho por hacer. Sabían que debían ir por el segundo gol y asegurar el average, pero los ‘reds’ lo perdonaron en la segunda mitad. Primero Salah en un uno para uno que falló raramente, y más tarde Mané topó con una gran intervención de Ospina.

Con el paso de los minutos acabó por romperse el partido. El Nápoles con un gol tenía suficiente para sentenciar la disputa: obligaba al Liverpool a meter dos más, y la tuvo en sus botas Milik. El polaco gozó de un uno para uno franco en el último minuto, en el que apareció como un muro el portero de los 70 millones. Alisson tapó en una parada de las que justifican el desembolso. El equipo de Jurgen Klopp estará  en el sorteo y será el rival menos deseable para cualquier cabeza de serie.