Rakitic y Munir, desde Krasnodar con amor

Roger Payró

El Sevilla no ganará la Europa League esta temporada. Podría ser una mala noticia, pero nada más lejos de la realidad. No jugará su competición fetiche porque está decidido a demostrar que puede luchar de tú a tú con los grandes en la Champions. Tanto, que a falta de dos jornadas para el final ya ha sellado su billete a los octavos. Su agónica victoria en Krasnodar (1-2), unido al triunfo del Chelsea en Rennes, permite a sevillanos y londinenses preocuparse, sólo, de saber quién quedará primero de grupo.  

Tenía que tirar de imaginación Lopetegui sin Jesús Navas y optó por la misma solución que el duelo en el Pizjuán. Jugar con defensa de tres y carrileros. Ocampos, el elegido en la derecha. No le es nueva la posición y cumple con creces. Eso sí, en fase ofensiva volvía al extremo y era Koundé el que se abría para recordar viejos tiempos como lateral. Y por esa zona llegó el gol.

Salió mandón el Sevilla y en la primera encontró el premio. Qué lejos parecen esos tiempos cuando estaba peleado con el gol. Kaio desvió un centro de Ocampos que se lució en la jugada y el rechace lo cazó Rakitic a botepronto desde la frontal para dirigirlo directo a la red. Recordó en cierto modo al que le marcó con el Barça al Tottenham en la Champions 2018/19. Mejor no se le podían poner las cosas a los de Lopetegui.

El Krasnodar, maniatado, apenas se dejó ver por las inmediaciones de Vaclik. Suleymanov, uno de sus mejores futbolistas, lo intentaba bajando a la zona de creación pero ni por esas. El joven terminó con amarilla y sustituido al descanso. Hasta entonces el Sevilla hizo méritos por doblar su renta. Las tuvieron los hombres d ela retaguardia. Koundé tras una cabalgada al estilo Navas y Diego Carlos con un testarazo. El balón no quiso entrar y eso dio aire a los de Musaev.

Cambio de guión

En la reanudación el encuentro fue otro. Klaesson avisó a los 30 segundos y cinco minutos después Koundé salvó un gol cantado. Se durmió Gudelj y Cabella lo aprovechó para retar a Vaclik. Lo superó, pero apareció el galo como un resorte para lanzarse con todo y, ayudado del palo, evitar la tragedia.

Reaccionó Lopetegui de inmediato poniendo a Jordán en el verde. Parecía que funcionaba la contención y de hecho De Jong pescó un balón suelto que pasó a centímetros del larguero. Falló el neerlandés y a renglón seguido el Krasnodar igualó. Wanderson culminó una gran jugada ofensiva con un disparo cruzado que Koundé estuvo a un tris de volver a repeler sobre la línea.

A diferencia del primer tiempo el Sevilla no volvió a controlar el encuentro. Jugó un poco a la ruleta rusa, pero su superior solidez defensiva permitió salir vencedor del toma y daca. Decidió ir a la guerra Lopetegui con En-Nesyri, héroe en la anterior jornada con su doblete. Lo primero que hizo fue asistir a Munir, que no estuvo preciso. Se guardaba la traca para el final el ex del Barça.

Óliver e Idrissi lo probaron sin éxito antes de que en el 95’ llegara el frenesí. Un insistente Munir consiguió derribar la zaga krasnodariense en su segundo disparo con la diestra. En la última  jugada del descuento, Diego Carlos negó el tanto a Ari. La mejor manera para celebrar el pase a la siguiente ronda.