Los peligros del Inter: ¿Qué equipo se encontrará el Manchester City en la final de la Champions?

El Inter de Milán fue superior al Milan en semifinales y se metió en la final con todos los honores

Juego vertical, capacidad de adaptación y la dupla 'LuLa' que va a más esta temporada

Lautaro Martínez, ídolo en el Giuseppe Meazza

Lautaro Martínez, ídolo en el Giuseppe Meazza / EFE

Albert Gracia

Albert Gracia

Meterse en la final de la Champions no era algo más que un sueño, un imposible a inicio de temporada. El Inter naufragaba, sumido en una irregularidad alarmante que hizo inundar al equipo en un mar de críticas. Todos miraban a Simone Inzaghi, al que veían incapaz de darle la vuelta a la situación mientras el Nápoles cogía velocidad de crucero.

En Italia, el Inter no se ha encontrado cómodo hasta en las últimas semanas, donde la racha de victorias le han hecho ser ya tercero, pero en Europa han encontrado el bálsamo ideal. Le daban por eliminado tras caer en el grupo de la muerte con Barça y Bayern, pero el equipo sobrevivió y, paso a paso, ha acabado plantándose en la gran final aprovechando que los 'grandes' se enfrentaban entre ellos en la otra parte del cuadro.

Tampoco ha sido por casualidad. El Inter ha demostrado ser un equipo tremendamente competitivo cuando está enchufado, capaz de ser resolutivo en distintos registros y con argumentos ofensivos para hacer daño en cualquier momento. Así, desgranemos algunos de los peligros de este Inter que se ha plantado en la gran final de la Champions.

Equipo vertical, pero con capacidad de adaptación

Una de las señas de identidad de este equipo es su verticalidad. Inzaghi ha diseñado un equipo que sabe jugar en ataques posicionales y que tiene jugadores con calidad para romper líneas sin demasiados espacios como Barella, Brozovic, Lautaro o Calhanoglu, pero que se divierte mucho más cuando puede robar y correr. Los carrileros vuelan al espacio y el equipo acumula muchos jugadores en líneas ofensivas.

Inter de Milán - Milan: La ocasión de Lukaku

Lukaku pudo haber ampliado el marcador para el Inter / Telefónica

También le gusta jugar ante rivales que le aprietan arriba y quieren robar rápido. La receta la tienen clarísima: balón a los puntas, descarga para que los del medio maniobren y, a partir de ahí, las bandas y los de arriba vuelan. Ante el Milan, Dimarco fue un peligro constante en el carril zurdo.

Tanto a Lautaro como a Dzeko o Lukaku les gusta venir a recibir e iniciar el juego. Es una baza importante cuando hay presión y toca descargar. Se sienten cómodos. Si el rival se queda más atrás, entonces la línea de tres y los tres del medio ganan protagonismo. En este contexto se hacen más previsibles, pero saben lidiar con ello y, tanto desde los centros por banda como desde el centro, pueden ser decisivos. Es por ello que en Europa, ante rivales que te vienen a buscar, ha salido la mejor versión del Inter, y no en Italia, ante rivales de menor entidad que le esperaban algo más atrás.

Un esquema aprendidísimo

Si algo tiene claro este Inter es que el 3-5-2 es inamovible, juegue quién juegue. Tanto la verticalidad como la solidez defensiva que ha demostrado el equipo en la eliminatoria ante el Inter se sustenta en esa línea de tres centrales que le dan la base al equipo. A partir de ahí, todo se construye a su alrededor. Los carrileros pueden ser muy largos porque atrás se queda esa línea de tres. También esta formación le permite a Inzaghi poder incluso prescindir de Brozovic y darle mayor 'rock and roll' a su juego, con menos control de balón y más ida y vuelta.

La dupla 'LuLa' vuelve a estar de moda

Si el Inter está en la final de la Champions es, en parte, por el rendimiento de sus delanteros. Lautaro Martínez ha vuelto a ser esta temporada un '9' total y el gran referente ofensivo del conjunto 'nerrazzurro'. Su incidencia en el juego va más allá de goles y asistencias, aunque en este apartado tampoco se queda corto. 25 tantos y 10 pases de gol es el balance del argentino, que ha jugado siempre.

El otro puesto en la delantera se lo han repartido entre un rejuvenecido Dzeko y un Lukaku que ha ido claramente a más. Inició el año de aquella manera, pero lo está acabando por todo lo alto. El bosnio, eso sí, apunta a ser el '9' titular en la final de la Champions, con Lukaku saliendo como revulsivo.