Oxlade-Chamberlain brilla en la goleada del Liverpool

El Liverpool golea al Genk

 Los 'reds' ganaron por 1-4 a los belgas con goles de Salah, Mané y doblete de Chamberlain / MEDIAPRO

Roger Payró

Insistió Jürgen Klopp en la previa sobre la necesidad de que sus pupilos se activaran a domicilio. Lejos del calor de Anfield el Liverpool atemoriza algo menos a sus rivales. Así se evidenció en la fase de grupos de la última Champions, la misma que le coronó campeón a pesar del pleno de derrotas fuera de casa ante Nápoles, Estrella Roja y PSG. Así, tras empezar la actual edición sucumbiendo de nuevo en San Paolo, ante el Genk (1-4) llegó la hora del despertar ‘red’ como foráneo.

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Champions League

1
4
Alineaciones
Genk
Coucke; Maehle, Cuesta, Lucumi, Uronen; Heynen, Berge, Ito (Hagi, 87'), Bongonda (Ndongala, 66'); Onuachu (Odey, 81') y Samata.
Liverpool
Alisson; Milner, Lovren, Van Dijk, Robertson (Gomez, 63'); Fabinho, Keita, Oxlade-Chamberlain (Wijnaldum, 73'); Salah, Mané y Firmino (Origi, 80').

Y lo hizo bien pronto a través de la que sería la figura del partido. Oxlade-Chamberlain, que hacía 18 meses que no jugaba en Champions, astigó una pérdida en la salida de los pupilos de Felice Mazzu y conectó un tiro raso y ajustado al palo desde la frontal que Coucke vio entrar haciendo la estatua. Dos minutos, un gol. Pero no se cortó el campeón belga a pesar de este tempranero mazazo. Más bien lo contrario. En apenas cinco minutos Samata Onuacho replicaron gracias a sendos balones a la espalda de la defensa, pero la precipitación primero y Alisson después abortaron las intentonas.

Esa fue la fórmula empleada por el Genk, que cedió descaradamente la posesión a un Liverpool incapaz de construir jugadas de peligro, más allá de dos disparos de Mané -tras una asistencia mágica de Firmino de rabona- y Robertson, a pase del senegalés. Entre medias, Samata logró igualar el encuentro pero su tanto fue anulado por fuera de juego de Ito en el inicio, decisión que el VAR corroboró. El Liverpool no estaba cómodo y necesitaba el 0-2 para calmar las aguas. Y en un día donde el tridente no estaba demasiado lúcido, Oxlade-Chamberlain se cargó la responsabilidad.

El internacional inglés marcó el que a buen seguro será uno de los goles de la competición al principio del segundo tiempo con un remate con el exterior del pie que besó el larguero antes de introducirse en la portería. Los dos tantos de distancia fueron un camino demasiado largo que recorrer para el Genk, que dejó de dar señales de vida.

Ya con el duelo encarrilado, Klopp empezó a pensar en el futuro y sustituyó a Robertson para darle unos minutos de merecido descanso, de los pocos que se puede permitir. Mientras, sobre el verde la MSF se empezó a divertir. En el 77’ Salah filtró un balón que Mané picó por encima de Coucke y diez minutos más tarde el senegalés le devolvió el regalo al egipcio. Asistencia de Sadio para Mo, que aguantó y escondió el cuero ante Cuesta y cuando llegó la ayuda de Lucumi se escurrió entre los dos centrales visitantes y ajustó su tiro para poner el 0-4. Stephen Odey respondió marcando el tanto que el conjunto ‘pitufo’ había merecido, aunque ya solo sirvió para salvar el honor. El Liverpool ve los octavos más cerca.