Mucho Atlético para el Leicester

Schmeichel no puede hacer nada ante el cabezazo colocado de Saúl

Schmeichel no puede hacer nada ante el cabezazo colocado de Saúl / AFP

Xavi Canals

El Atlético confirmó en el King Power Stadium de Leicester que es un serio candidato a levantar la Champions League.

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Campions League

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Alineaciones
Leicester
Schmeichel, Simpson, Morgan (Amartey, 84'), Benalovane (Chilwell, 46'), Fuchs, Mahrez, Ndidi, Drinkwater, Albrighton, Okazaki (Ulloa, 46') y Vardy
Atlético
Oblak, Juanfran (Lucas Hernández, 55'), Savic, Godín, Filipe Luis (Correa, 74'), Saúl, Giménez, Gabi, Koke, Carrasco (Fernando Torres, 69') y Griezmann

El conjunto rojiblanco mostró todo el oficio que atesora y que le ha llevado a estar en semifinales en tres de las últimas cuatro ediciones.

Enfrente tenía al campeón inglés, un equipo imberbe en estas lides que puso todo el corazón que tenía. Pero con eso no es suficiente para sorprender a uno de los equipos más solventes de panorama mundial.

Un gol de Saúl mediada la primera parte dejó a los ingleses a expensas de un milagro. Lo intentaron los ‘zorros’ en una segunda parte de empuje continuado sobre la portería de Oblak, pero el conjunto que dirige Craig Shakespeare está aún muy verde para jugar de tú a tú a este Atlético.

Desde que concluyó el partido de ida en el Vicente Calderón, el Leicester había hecho creer a su afición que el milagro era posible. Nada más lejos de la realidad.

El técnico colchonero, Diego Pablo Simeone, tenía una carta escondida en la manga. Cuando todo el mundo pensaba que repetiría el mismo once de la ida para intentar exploltar la velocidad de Griezmann y Torres al contraataque, el técnico argentino apostó por reforzar el centro del campo incrustando al central Giménez como pivote al lado de Gabi.

Con Koke y Saúl campando a sus anchas en la medular, el Atlético se hizo rápidamente con las riendas del juego, abortando la supuesta salida en tromba de los locales.

El Leicester se sentía incómodo, incapaz de trenzar dos pases y amenazado por un Atlético que pronto puso las cosas en su sitio.

Oblak no había pasado por ningún problema cuando Saúl ya había sentenciado la eliminatoria. El centrocampista apareció en el segundo palo para cabecear fuerte y colocado un centro medido de Filipe Luis. Solo se llevaban disputados 26 minutos y el Atlético había hecho la faena.

El Atlético disputará su tercera semifinal en cuatro años

El Leicester acusó el golpe y bajó los brazos a la espera de recomponer fuerzas en el vestuario. Shakespeare apeló a la épica y dio entrada de salida a Ulloa, un segundo delantero, para intentar embotellar al Atlético con el primitivo principio de colgar balones al área. Una libreta caduca pero que, por un momento, pareció dar resultado al campeón inglés.

El gol de Vardy, al enganchar un balón suelto en el área, devolvió la fe a los ‘zorros’ que enlazaron sus mejores minutos.

Fuchs se convirtió en un puñal por banda izquierda, aprovechando la salida del terreno de juego de Juanfran por lesión.

Cada balón colgado olía a amenaza. Por suerte para el Atlético, Lucas Hernández rechazó una volea de Ulloa cuatro minutos después del 1-1 que hubiera podido poner en serios apuros a los colchoneros.

Fueron minutos de agobio que el equipo madrileño superó con entereza y serenidad, demostrando por qué aún no conoce la derrota a domicilio desde que empezó el 2017.

Simeone recompuso líneas dando entrada a Torres, en un esquema más parecido al habitual y ello lo agradeció el Atlético. Los rojiblancos no arriesgaron más de lo necesario, pero acabaron con la fe de un Leicester que acabó desesperándose ante la fortaleza visitante.

Griezmann se multiplicó en tareas defensivas en un nuevo derroche de generosidad. Suyos fueron, además, los esporádicos chispazos ofensivos, pero el Atlético tenía muy claro que las exhibiciones no eran necesarias y se aplicó a la tarea de evitar que el campeón inglés volviera a meterse en la eliminatoria.

El último cuarto de hora siguió el guión esperado por un Atlético que cumplió con el pronóstico y que ya está a un solo paso de repetir la final de la pasada campaña.