El mayor milagro del Bernabéu

No hay nada que pueda descifrar por qué en el estadio donde ganó el Sheriff Tiraspol, han caído en la misma temporada Paris Saint-Germain, Chelsea y Manchester City. Todos ellos a partir de una magia negra y con final traumático para el equipo rival, pero no ha habido gesta en esta Champions como la que consiguió el Real Madrid contra el equipo de Pep Guardiola.

La del PSG, con tres goles de Benzema en poco más de 15 minutos, se queda corta con la que orquestó Rodrygo ante el Manchester City. La del Chelsea, con más de la mitad del trabajo hecho en el partido de ida, evidentemente también.

Hasta el minuto 89 de partido, el Real Madrid no había realizado ni un tiro a puerta. Cero. Karim Benzema estaba errático en todas sus aproximaciones al área rival, y Vinicius estaba bajo control de Walker primero y Cancelo después. Pero en el descuento llegó lo que nunca se entiende, pero siempre ocurre.

El City de Guardiola parecía más preparado que nadie para imponerse al embrujo del Santiago Bernabéu. Primero, por la superioridad mostrada en la ida, donde merecieron un margen mejor. Segundo, porque durante 80 minutos encontraron a las estrellas de Ancelotti desacertadas, y a Bernardo Silva con una de las actuaciones de la temporada.

La pausa del portugués durmió la garra inicial del Real Madrid, y cuando el duelo se aceleró en la segunda mitad él sacó el cuchillo en conducción para que la rebentara Mahrez. El guion iba a la perfección para el Manchester City. Aunque, al final, el gol de los ‘sky blue’ no fue el punto de inflexión del choque. Lo fueron los fallos de Jack Grealish.

Real Madrid - Manchester City | La jugada entre De Bruyne, Foden y Mendy que pudo cambiar el

El mediapunta de los 100 millones de libras entró en el tramo final para dar temple y tuvo hasta dos llegadas majestuosas ante Courtois. La primera la salvaron entre el poste y Mendy, de milagro. La enésima la rescató el portero belga en otra mano prodigiosa. El Santiago Bernabéu, faltado de acierto, reclamaba una excusa. Y los dos errores se la dieron. Guardiola se desesperaba en la banda, quizás consciente del despertar de la bestia.

Rodrygo y Camavinga, dos actores secundarios, hicieron el resto. El atacante con menos centímetros de Ancelotti se coló entre Rúben y Laporte, las dos torres del City, para disparar la gesta. Un inocente penalti de Rúben Dias sobre Benzema en la prórroga la culminó. Incluso en su peor noche, el francés se las arregló para igualar el récord de goles de Cristiano Ronaldo en eliminatorias europeas (10). Así es el estadio del Madrid.

Real Madrid - Manchester City | Benzema obró el milagro en la prórroga tras un penalti de Ruben Dias

La sensación final es que si hay algo contra lo que no se puede luchar es el destino. Este Madrid parece señalado hacia el título, sin que nada ni nadie ose pararlo. El proyecto de Guardiola, que llegaba en su mayor madurez desde que el catalán está en Manchester, se pega otro duro varapalo europeo. Este sin excusas tácticas, o inventos de última hora del técnico de Santpedor. No hay otra explicación que el Santiago Bernabéu. La mejor noticia es, sin duda, que la final de la Champions se juega a 1.300 kilómetros de Chamartín.