Locura económica para estar en la final de Champions de Kiev

Tener la entrada en mano no garantiza poder estar en Estadio Olímpico de Kiev el día 26

Tener la entrada en mano no garantiza poder estar en Estadio Olímpico de Kiev el día 26 / EFE

Roger Mitats

Durante el día de ayer, las taquillas del Estadio Santiago Bernabéu abrieron para vender a los 17.000 socios afortunados las entradas de la final de la Champions League que el Real Madrid disputará contra el Liverpool. Sin embargo, tener la entrada en mano no garantiza poder estar en Kiev el día 26 debido a la locura económica que se ha desatado para encontrar vuelos y estancias que ya alcanzan precios totalmente irracionales.

3.000 EUROS PARA VIAJAR EL MISMO DÍA

Los vuelos más baratos para llegar a Kiev ya no bajan de los 800 euros y no son precisamente viajes cómodos, ya que requieren múltiples escalas que conllevan más de 20 horas de avión. Suponen tener que salir el viernes por la tarde y llegar apenas 2 horas antes de que empiece el partido.

No obstante, por el módico precio de 3.000 euros se puede viajar el mismo día de la final, saliendo temprano por la mañana y llegando al mediodía. Por si fuera poco el precio exagerado, la vuelta no sería tan rápida, con un vuelo que duraría unas 26 horas sumando todas las escalas y dejaría al socio en Madrid en pleno lunes laboral

También existe la posibilidad de viajar el viernes con un vuelo algo más corto, de unas 10 horas, pero el coste pasa de 800 a como mínimo 2.700 euros. A pesar del precio, posiblemente en pocas horas se agoten las pocas plazas que quedan libres

OTROS 3.000 POR UNA HABITACIÓN DE 48 EUROS

Encontrar hotel o apartamento relativamente cercano al estadio también resulta casi misión imposible. Las pocas que aún se pueden reservar tienen un precio que puede llegar a ser 60 veces mayor de lo habitual. Una habitación que normalmente costaría 48 euros, se dispara hasta los 3.000 para la noche del día 26.

La opción del apartamento, que en condiciones normales puede llegar a ser hasta más económica que alojarse en un hotel, es incluso peor en esta situación. Por ejemplo, uno situado a 9 kilómetros del estadio y de 50 metros cuadrados cuesta la friolera cifra de 6.300 euros, mientras que otros aún más pequeños se acercan a los 2.000 euros

OBSTÁCULOS QUE ECHAN PARA ATRÁS A MUCHOS SOCIOS

Debido a las grandes dificultades para encontrar tanto vuelo como alojamiento y la exagerada suma de dinero que tendrían que desembolsar, algunos socios que tuvieron la alegría inicial de encontrarse entre los 17.000 afortunados han decidido finalmente no retirar su entrada

"Si fuera la primera final de la Champions League haría una locura, pero ya son seis las que hemos vivido. No voy, es mucho dinero y es un viaje incómodo", ha explicado un socio que ha tenido que rechazar las entradas. 

Los pocos socios que disfrutaran de la final de Kiev sin estos problemas son los que confiaron ciegamente en su equipo y reservaron tanto vuelo como alojamiento sin tener la seguridad de que el Real Madrid llegaría a la final ni de que estaría entre los 17.000 afortunados

LA UEFA Y LOS CLUBES SE LIMPIAN LAS MANOS

La UEFA se desentiende de cualquier aspecto logístico de la organización de la final de la Champions League respecto a las aficiones y los métodos de asistencia. Anuncia el reparto de entradas una vez se conocen ambos finalistas y se limpia las manos. Los clubes tampoco pueden ni quieren implicarse demasiado en este tipo de situaciones.

La única opción mínimamente relacionada con el club es la organización de vuelos por parte de las peñas madridistas, pero a estas alturas la gran mayoría ya están agotados. Obviamente, también ya es prácticamente imposible encontrar un vuelo regular hacia Kiev