El Liverpool supera el trámite ante el Genk y ya es líder de grupo

El Liverpool se impone al Genk con sufrimiento y ya es líder de grupo

El Liverpool se impone al Genk con sufrimiento y ya es líder de grupo / MEDIAPRO

Franc Mendiola

Tras una previa en la que se habló más del próximo duelo ante el City y del rocambolesco doble compromiso previsto para el 16 y 17 de diciembre, Copa y Mundialito en 24 horas, el Liverpool pudo saldar con éxito lo que pintaba a trámite y acabó siendo un dolor de muelas ante el Genk. Para alcanzar los 25 partidos seguidos invictos como locales en Europa, y la novena victoria en los diez últimos partidos en Anfield, los hombres de Jürgen Klopp se vieron obligados a no dosificar en exceso y a resolver por la mínima.

121359

Champions League (grupo E)

2
1
Alineaciones
Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Gómez, Van Dijk, Milner; Fabinho, Wijnaldum, Keita (Robertson, 75'); Oxlade-Chamberlain (Mané, 75'), Salah y Origi (Firmino, 89').
Genk
Coucke; Lucumí, Dewaest, Cuesta, De Norre (Onuachu, 85'); Maehle, Heynen, Berge, Hrosovsky (Bongonda, 85'); Ito (Ndongala, 68') y Samata.

El débil Genk, incapaz de ganar uno solo de sus últimos 16 encuentros en la Champions, siempre estuvo vivo y amenazando con amargarle a los ‘reds’ el compromiso. Un partido raro que se acabó resolviendo con los goles de Wijnaldum y Oxlade-Chamberlain. Tres puntos que le sirve a los 'reds' para arrebatarle el liderato del grupo al Nápoles.

El Genk, de inicio, ni pudo ni supo sorprender al Liverpool. Los pupilos de Mazzu optaron por un toma y daca que no fue más que un trampantojo, porque quedó lejos de ser rival para el vigente campeón de Europa. Ito, una isla en medio del océano, se desesperó una vez pero no dos. Carecía de sentido hacerlo ante el vendaval ‘red’ a medio gas. Con el freno de mano puesto, el equipo de Klopp llevó el partido por donde quiso y puso la primera piedra de su triunfo al cuarto de hora. Una jugada por la izquierda generó un centro muy duro de MilnerDewaest, mal colocado, no despejó como debía, el balón quedó suelto y Wijnaldum, a la remanguillé, se la coló a un Coucke cariacontecido. Todo hacía indicar que le esperaba otra noche dura al Genk.

Gini, un susto y The OX

De ese barullo bien resulto por Gini se pasó a un goteo incesante de ocasiones inglesas. Con la navaja multiusos que es Milner percutiendo a pierna cambiada, cada acelerón era una ocasión de peligro. Keita, amateur contra juveniles, vio como Coucke le taponaba dos disparos pintiparados. Sin embargo, y contra todo pronóstico, las facilidades del Liverpool se convirtieron en deidades mal gestionadas. El Genk cosió lo descosido y se agenció el 1-1. El tanzano Samata, yendo a por el balón cual panzer, igualó a la salida de un córner para un conjunto belga que, lo que son las cosas, incluso pudo obrar la remontada momentánea antes del descanso. Esto es el fútbol, hace mucho que está inventado, nunca des nada por hecho. El 11 de Klopp captó el mensaje, y reaccionó antes de refrescar ideas en las entrañas de Anfield. Origi y Van Dijk trataron de estocar al respondón Genk, sin éxito.

A medio gas, al 60-70%, y despeinándose lo justo, vio el Liverpool que le iba a costar deshacerse de los flamencos. Se reenganchó apretando, y de la nada brotó el 2-1. Salah, versión pivote, se la cedió de espaldas a un Oxlade-Chamberlain que se giró sobre sí mismo y la cruzó a la perfección. Los ‘scousers’ habían recogido el guante y de qué manera.

Insistió en echarle el lazo a un choque enrarecido. Lo notó Anfield, que animaba con el retintín en el cuerpo. La tensión, no máxima pero sí palpable. La ventaja estaba ahí pero era insuficiente. En esa tesitura, un despiste defensivo de Joe Gómez dejó solo a Berge ante Alisson, salvando el brasileño el 2-2. El Genk arriesgó, ya a tumba abierta, pues nada tenía que perder. Y le pegó un buen susto a The Kop con dos llegadas claras que perecieron en la orilla para tranquilidad de la parroquia del ‘Pool’.