Klopp no camina solo por Europa

Tarde o temprano tenía que volver el Liverpool. Y eligió el mejor escenario para hacerlo, una Champions League en la que ha subido su apuesta a doble o nada tras arrojar la toalla en la Premier y tirar las dos copas inglesas por el retrete. "No necesito un descanso", señalaba Klopp en la previa al envite europeo. Y le correspondieron sus jugadores sobre el campo ante el Leipzig en Budapest, donde los goles de Salah y Mané ponen al conjunto inglés con pie y medio en cuartos de final. Dos errores infantiles cavaron la tumba de los de Nagelsmann.

Leipzig-Liverpool

Champions League

LPZ

0

2

LIV

Alineaciones

Leipzig
Leipzig: Gulácsi; Mukiele (Orban, 64'), Klostermann, Upamecano, Angeliño; Adams, Haidara (Poulsen (64'), Kampl (Hwang Hee-Chan, 73'); Nkunku, Dani Olmo; Sabitzer.

Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Kabak, Henderson, Robertson; Wijnaldum, Thiago (Oxlade-Chamberlain, 72'), Jones; Salah (Williams, 90'), Firmino (Shaqiri, 72'), Mané.

Goles

0-1 M. 52 Salah. 0-2 M. 57 Mané.

Árbitro

Slavko Vincic (Eslovenia). TA: Haidara (5'), Mukiele (4'), Nkunku (51'), Angeliño (65') y Dani Olmo (76') / Kabak (69') y Henderson (81').

Incidencias

Puskas Arena (Budapest). A puerta cerrada.

De la mano de un Salah omnipresente volvió a tocar el Liverpool el rocanrol de Klopp en la primera parte. A lomos del egipcio, recordaron los 'reds' sus 'greatest hits' más míticos, aquellos que trajeron discos de oro a las vitrinas de Anfield. El vinilo, sin embargo, se atascó en la última pista. 

La música empezó a sonar tras el susto inicial de Dani Olmo, que estrelló un cabezazo al palo a lo cinco minutos. A partir de ahí, jolgorio de los de Merseyside, que dispusieron de varias ocasiones claras para adelantarse en el marcador pero las desperdiciaron todas. Salah perdonó en un mano a mano con Gulácsi que el meta salvó con una parada de balonmano, Mané no hizo bueno rematando por encima del larguero en posición inmejorable un centro desde la derecha, Robertson midió mal el disparo en una salida en falso del portero del Leipzig, y la gota que colmó el vaso fue un tanto anulado a Firmino al filo del descanso porque previamente el balón había salido por la línea de fondo. El Liverpool lo estaba haciendo todo bien, pero el gol se resistía.

DOS FALLOS, DOS GOLES

Algo tiene la Champions, sin embargo, que altera el sístole y la diástole de los futbolistas. Y tras el asueto despertó el Leipzig. Nkunku, a los dos minutos de la reanudación, tuvo el tanto alemán en sus botas y lo evitó Alisson. Del posible 1-0 se pasó al 0-1 en un periquete. Sabitzer se equivocó regalando un balón a Salah y esta vez el Faraón no indultó a Gulácsi. Un error garrafal de la defensa energética que no iba a ser el único, porque sólo cinco minutos después Mukiele midió mal un despeje y permitió a Mané hacer el segundo. Haraquiri en toda regla que ya no encontró solución a pesar de las permutas de Nagelsmann. Vía libre a cuartos de final para el Liverpool, que salvo catástrofe mayúscula en Anfield, si es que el gobierno británico permite jugar allí, estará en la siguiente ronda.