Ilicic y los errores defensivos arrollan el coraje del Valencia

Ilicic elimina al Valencia de la Champions con la ayuda de Diakhaby

Ilicic elimina al Valencia de la Champions con ayuda de Diakhaby / MEDIAPRO

X. Serrano

No pudo ser. El Valencia cayó eliminado en los octavos de final de la Champions al no poder remontar el doloroso 4-1 que arrastraba de San Siro. Pese a competir durante la gran mayoría del encuentro, los errores defensivos imposibilitaron la gesta. Ilicic, con cuatro goles, fue el jugador más determinante en el 3-4 final. 

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Champions League

3
4
Alineaciones
Valencia
Cillessen; Wass, Diakhaby (Guedes, 46'), Coquelin (Cheryshev, 74'), Gayà; Ferran, Parejo, Kondogbia, Carlos Soler; Gameiro y Rodrigo (Florenzi, 79').
Atalanta
Sportiello; Djimsiti, Caldara, Palomino; Hateboer, De Roon (Zapata, 44'), Freuler, Gosens; Pasalic (Tamèze, 83'); Ilicic y 'Papu' Gómez (Malinovskyi, 78').

Era difícil, mucho. Lo sabían todos. Sin el calor de Mestalla, con una defensa en cuadro y ante un rival letal en ataque. Pero y si... Un gol rápido, el peso del escudo, el coraje de un equipo que golpea con más fuerza cuando lo dan por hundido... Había motivos para soñar en la enésima noche mágica. Debían ser infalibles atrás y aprovechar las oportunidades de gol. Llegarían, al igual que en Milán, ante un Atalanta que concede mucho en defensa.

Pero pronto se diluyó la esperanza che al incumplirse la primera premisa. Dos penaltis inocentes, evitables, dictaron la suerte de un Valencia que por fases jugó con la intensidad y el planteamiento necesarios para obrar el milagro. El peso de los errores fue excesivo. Lo más doloroso es que sin ellos, el vencedor podría haber sido otro. 

Flaquezas y oportunidades

Carcomido por las lesiones, el Valencia salió de inicio con Diakhaby Coquelin como inédita pareja de centrales. El regreso de Rodrigo al frente de ataque era la única novedad positiva para un conjunto che con hasta ocho ausencias.

Menos dificultades afrontó Gian Piero Gasperini, que repitió el once de San Siro con los cambios obligados por lesión de Sportiello por Gollini bajo palos y de Djimsiti por Toloi en la zaga. Dos bajas sensibles en la línea menos sólida del Atalanta, un motivo más para creer.

Inicio cruel

Pero hasta los más optimistas perdieron el habla cuando aún no se había alcanzado el minuto dos. Ilicic se escurrió entre dos zagueros y, tras un quiebro, fue barrido por Diakhaby. Penalti. El internacional esloveno no perdonó.

Revés cruel. Los cánticos enlatados en la megafonía, el único aliento che. Fiel a su estilo, el Atalanta ignoró el resultado y se lanzó a morder en terreno rival, donde se siente poderoso. Cillessen lo entendió rápido y optó por jugar en largo.

Más intenso, el Valencia ganaba cada lance y se asentó en campo rival. Rodrigo exigió a Sportiello y el Atalanta tembló. Incómodo, frágil. Gameiro empató en un error de Palomino y la gesta hasta pareció alcanzable.

Pero de nuevo el Valencia se disparó en un pie. Diakhaby tocó con la mano dentro del área un balón inofensivo. El árbitro señaló los once metros tras revisar el VAR Ilicic cobró de nuevo la factura. Golpe terrible.

Orgullo che 

El Valencia optó por luchar. Jamás bajó los brazos. Pasó a defender con tres centrales y empujó hasta marcar por partida doble gracias a Gameiro Ferran. Pero en dos zarpazos, Ilicic acabó con cualquier atisbo de esperanza. No había nada que hacer. Cayó y de forma clara, pero el Valencia peleó con todo hasta el pitido final.