El gol de Messi fractura el vestuario del Chelsea

Las secuelas del empate del FC Barcelona en Stamford Bridge siguen aflorando. El gol de Messi, que puede acabar siendo decisivo en la eliminatoria, está incrementando su valor añadido a medida que crecen las críticas internas en el Chelsea.

Porque en el seno del vestuario de los 'blues' ha estallado una guerra de nervios. Andreas Christensen, el joven defensa danés que protagonizó el pase 'mortal' que acabó en los pies de Andrés Iniesta, no se hizo responsable de su error y culpó a Cesc Fábregas por no haber hecho lo suficiente para la recepción del mismo.

La escena que se vió en el campo así lo certifica. Christensen señala con la mano a Cesc, gritando con cierta frustración, pues consideraba que el centrocampista catalán podía haber hecho algo más para controlar aquél balón, según revela este jueves The Sun. El diario inglés explica también que son muchos los aficionados que, a pesar de reconocer el riesgo que tomó Christensen con aquel pase, coinciden con el jugador danés a la hora de hacer responsable a Cesc del error que acabó con el gol de Leo Messi.

Cesc, por el momento, no ha hecho ninguna declaración al respecto de las acusaciones de su compañero. Pero no acaba ahí la fractura en el seno del vestuario inglés, sino que también ha habido críticas hacia la actuación de otro jugador del Chelsea en esa acción concreta. En este caso, la diana está puesta en el lateral navarro César Azpilicueta, a quien alguno de sus compañeros ha recriminado que se lanzara impetuosamente al suelo para barrer el balón, de forma infructuosa, cuando en opinión de aquellos podía haber llegado al mismo por velocidad antes que un jugador veterano, y no tan rápido, como es Iniesta.

Trabajo extra para Antonio Conte, quien de cara al partido de vuelta en el Camp Nou deberá remendar el descosido que ha provocado el gol de Messi entre sus jugadores, protagonistas de lo que sin duda es una peligrosa fractura dentro del vestuario.