Final de Champions Real Madrid - Juventus: La Vecchia y la Bestia

Tierra de gaitas para acoger la final de la Champions 2016/17 entre la Juventus de Turín y el Real Madrid. Dos finalistas poderosos, potentes y convencidos de ganar el título más preciado.

El poderío anímico es arma temible para una cita de esta envergadura, y a ello se agarran sin fijarse en el rival de enfrente. Y es que los dos son terribles cuando ejecutan su ideario.

Es el duelo entre la ‘Vecchia’ (Signora) y la Bestia (blanca), entre el equipo más compacto del continente frente al que más recursos individuales explota en conjunto. 

Final abierta

Dos filosofías diferentes, aunque con estilos de juego parecidos. Dos equipos construidos bajo conceptos distintos. Los de Allegri se hacen fuertes en bloque cuando pierden el balón, los de Zidane se reactivan cuando lo recuperan.

Un encuentro, este Real Madrid-Juventus, que huele a respeto, de los que se deciden en acciones puntuales. Calidad hay para aburrir en los dos bandos. El que se despiste paga título.

Un duelo de banquillos, de pizarras, de movimientos estratégicos, de negar espacios, de asfixiar ideas, de agotar paciencias, de tensiones desesperantes, de exageraciones, de teatros, de estridencias, de vértigos en las áreas y todo aderezado con mucho talento.

Como con el Barça

Massimilliano Allegri tiene claro que al Madrid ni agua, como hizo con el Barcelona. Le dará lo mismo ceder el balón, retroceder líneas para vivir calentitos en 30 metros. Aburrir a Benzema y Cristiano cortando los pasadizos por donde se cuelan balones. Acaso Isco puede abrumar con su inverosímil manejo de magia natural.

Pero ese catenaccio moderno es tan efectivo como preciosista. Con Dybala como maestro de ceremonias que destroza rivales ya sea quebrando, pasando o goleando. Allegri tirará de su obra maestra, de su once mejor trabajado para ganar un partido difícil pero posible. Con tres centrales y dos carrileros, dos medio centros y tres delanteros letales.

El Madrid es otra cosa

El Real Madrid es complaciente con aire a favor. Pero un tifón con viento en contra. Le da lo mismo tres, cinco que diez defensas, que arrambla con todo por tierra, mar y aire.

Es el ADN definido por Zidane de darlo todo y si a eso le ponen kilos de talento, no hay táctica ni antídoto. Este Madrid es vulnerable, sí, pero capaz de crecer hasta convertirse en una bestia que esgrime un martillo en forma de Cristiano, que pega si se siente amenazado o perdido.

Zinedine Zidane volverá a confiar en su armada titular, se le cae Bale pero respira con Isco, recupera a Carvajal para cerrar su mejor defensa, con Casemiro de hombre escoba; con Modric y Kroos como arquitectos e Isco de espíritu libre. Y arriba el francés, el de las empanadas ricas o incomibles, y el martillo Cristiano que hacen de este Madrid una bestia peligrosa.

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