Coman le da al Bayern su sexta Champions League

Lucas Cadete

El Bayern de Múnich ya tiene seis 'orejonas'. Y la sexta llegó tras una final con más intensidad que calidad, decidida a la hora de encuentro con un testarazo de Kingsley Coman, francés y canterano del PSG para más inri. La maquinaria del jeque no tuvo capacidad de respuesta, y el trofeo se va a Baviera. 

La final no fue el espectáculo prometido. Hubo peligro en las áreas, pero no fue el festival de dos estrategias ofensivas. Eso sí, propuso más el Bayern y la justicia del fútbol estuvo de su lado. 

En el lamentablemente desierto Da Luz daba comienzo la final más atípica de la historia. Sin público, con fecha 23 de agosto, pero una final de la Champions League, de la vieja Copa de Europa. El partido del año a nivel de clubes en Europa.

Salían a morder los muniqueses, presionando muy arriba y pisando campo parisino. Se pasaba por el minuto cinco y el PSG aún no había pisado suelo germano. Pero el control y la presión del Bayern no se traducían en peligro ante Keylor.  

Y había respeto al poder del PSG en ataque. Primera pelota para Mbappé, falta evidente y al suelo. Y es que el cacareado duelo de dos grandes ataques veía ante todo dos seguridades defensivas. Una final es una final.

La zaga del Bayern de Flick, eso sí, seguía ubicada casi en la línea del centro del campo, una invitación a la locura ante MbappéDi María y Neymar.

Y fue Kylian el que tuvo dos buenos balones en el área alemana al paso por el cuarto de hora, bien taponados sus tiros por la defensa del Bayern. A los 18 minutos, balón en profundidad de Mbappé Neymar, uno contra uno y salvador Neuer en su salida. La primera gran ocasión de la noche.

Gran respuesta del Bayern a los 22 minutos, en un tiro mordido de Lewandowski a la media vuelta en la frontal que se fue a estampar en el poste derecho de Keylor Navas. Iba saliendo el talento a relucir, crecía la final.

Y es que el turno era del PSG, con una delicatessen de Herrera sobre Di María para el disparo alto del 'fideo'. Ahí caía al suelo roto Boateng, lesionado, entrando Niklas Süle al campo apenas en el minuto 25.

El peligro se iba acercando a las dos metas, como en una volea de Ander Herrera fuera por poco, o en un testarazo a bocajarro de Lewandowsi que sacaba Navas cuando se cantaba el uno a cero de los 'Mia San Mia' al paso por la media hora de encuentro.

Enloqueció de nuevo el choque en el suspiro final del primer acto, ya que al paso por el 45 Mbappé desperdiciaba un regalo de la defensa bávara con un chut de canario a las manos de Neuer, ‘Danke mein Freund’. Tuvo tiempo el Bayern de organizar una contra con posible penalti sobre Coman -canterano del PSG- que Orsato y sus chicos del VAR obviaron. Cero a cero en el asueto.

El segundo acto arrancaba igual. Más balón del Bayern, bien situado el PSG y buscando los de Tuchel la velocidad en las contras. Con más brusquedades de las necesarias se desarrollaba este segundo acto, siendo Paredes el perejil de todas las salsas. Amarilla para el mediocampista argentino.

Y a la hora de juego se rompía la final. Gol del BayernKimmich controlaba en el pico del área y ponía un centro perfecto, rosquita al segundo palo y testarazo de Coman al palo largo, perfecto, imposible para KeylorVentaja bávara.

Incluso dos minutos después pudo repetir el francés del Bayern, pero esta vez Thiago Silva salvaba bajo los palos. Tuchel metía a Verratti para galvanizar el centro de la cancha, necesitado de reacción el bloque del jeque. 

Flick sorprendía retirando del campo a Coman cuando cada balón suyo era infarto en Montmartre, doctores tiene la iglesia, entrando también Philippe Coutinho al verde. El que siempre responde es Neuer, salvando el arquero germano el empate ante Marquinhos con el pie, paradón de balonmano.

Y es que a partir del minuto 70 el encuentro se volcó hacia el marco del Bayern, con la zaga germana achicando y el PSG percutiendo, tiro de Neymar de rosca desviado en el 74.

Carrusel de cambios y excesivas prisas en el PSG, sintiéndose cómodo el Bayern en el tramo final. Incluso probó Coutinho en un tiro de falta que se perdía cerca del poste francés.

Los de Flick habían desactivado bien a los parisinos, muy precipitados. Para muestra, otro error flagrante de Mbappé ante puerta, si bien la acción estaba ya anulada por fuera de juego aún más flagrante. 

Y en el minuto 92, la más clara en un gran pase de Mbappé Neymar, con toque del brasileño que no pudo remachar Choupo-Moting para ver cómo el cuero se perdía manso cerca del poste.

Acababa el encuentro, la sexta ya era del Bayern y la imagen era Neymar, inconsolable en sus lágrimas. Lisboa no fue Berlín para el '10' del PSG. La alegría esta vez es para un clásico, para el teórico favorito, para un club manejado de manera ejemplar y que siempre está ahí. Bayern de Múnich.