El Feyenoord se gana el respeto ante el Milan

El respeto no se pide, se gana. Así lo demostró el Feyenoord, que tras someter al todopoderoso Bayern Múnich en De Kuip en la séptima jornada de la fase liga, también fue capaz de tumbar al AC Milan, uno de los equipos más laureados de la Champions, en la ida del playoff de acceso a octavos. El gol de Igor Paixao a los tres minutos de partido 'cortó' las alas del cuadro de Sergio Conceiçao, que saltó con todo al ring, pero cayó noqueado muy temprano.

En Róterdam, el Feyenoord se transforma. Lo sabía muy bien un Santiago Giménez que regresaba a la que fue su casa pocas semanas después de abandonarla. El mexicano, flamante fichaje del Milan, compartió ataque con Leao y Pulisic en las alas y con Joao Félix de enganche, como contra el Empoli, pero a diferencia del torneo doméstico, el plan de Conceiçao no surtió efecto.

Los cuatro fantásticos salieron enchufados, directos a por un gol tempranero que empezase a encarrilar la eliminatoria, pero se encontraron con el efecto contrario. Un disparo de Igor Paixao a los tres minutos de partido, después de recortar con facilidad a Walker perfilando el balón hacia su pierna buena, la diestra, superó a un Maignan errático que no pudo frenar el balón tras un bote tímido.

De Kuip explotó de alegría y el Milan empezó a ponerse nervioso. Mientras los italianos, desconcertados, bajaban el ritmo, Moussa y el propio Paixao, en las alas, hacían despegar al Feyenoord, que rozó el 2-0 con una rosca muy intencionada del brasileño, que solo pudo rechazar el travesaño.

Tras el descanso, Conceiçao dio a los suyos 15 minutos de rigor para empatar el choque, pero al ver que eran los neerlandeses los que seguían controlando el choque, no dudó en agitar el avispero introduciendo a Chukwueze por Pulisic.

Ya a la desesperada, sacó del césped a Giménez, que no tuvo un partido nada cómodo, y a Leao. Entraban Abraham y el jovencísimo Camarda. Sin embargo, los revulsivos no consiguieron animar el choque, y casi se llevaron a Milán el 2-0 de Moussa tras un festival de recortes en la frontal. San Siro dictará sentencia.