El Estrella Roja dice adiós a la Champions en Nicosia

Si la jornada del martes de la fase previa de la Champions League nos deparó la inesperada eliminación del Benfica, hoy fue el Estrella Roja, campeón en 1991 ante el Olympique de Marsella en Bari, el que dice adiós al sueño de la máxima competición continental.

Fue el Omonia, capitaneado por el catalán Jordi Gómez, el verdugo del líder tiránico de la liga serbia. Precisamente el futbolista barcelonés, con pasado en las categoría inferiores de Barcelona y Espanyol, el protagonista en el 1-0 chipriota. Su intento de gol olímpico en un servicio de córner se estrelló contra la madera y el rechace le cayó en la cabeza a Luftner. El central, sin comerlo ni beberlo, se vio cantando el gol con rebote inverosímil. 

Equilibró el cuadro de Belgrado con otro testarazo. El Fardou centró al corazón del área y allí apareció Ivanic para rematar a placer en el añadido del primer tiempo. Gol que serviría para forzar la prórroga tras una segunda mitad de nervios. El tiempo extra resultó combate nulo y desde los once metros sentenció el Omonia gracias a su efectividad. Cuatro de cuatro y errores de Falcinelli y Degenek para el Estrella Roja. A los chipriotas les espera ya Olympiacos por una plaza en el bombo que se sorteará en la localidad suiza de Nyon.

Desastre balcánico

El Ferencvaros, que ya había dejado en la cuneta al Celtic de Glasgow, superó la ronda ante  el Dinamo de Zagreb gracias a una diana de Uzuni, que enmendó su error del gol en propia puerta  en el empate croata. 

Más suerte tuvieron los escandinavos, especialmente el Molde, segundo clasificado noruego, que batió en los penaltis al Qarabag. Debutó en la victoria del Midtjylland danés Pione Sisto, exatacante del Celta de Vigo.

La jornada