El Dortmund remonta y deja tocado al Inter

El Inter se deja llevar y el Borussia Dortmund sella la remontada

El Inter se deja llevar y el Borussia Dortmund sella la remontada / MEDIAPRO

Albert Gracia

"Mostrarse en público con el fin de llamar la atención". La palabra "exhibirse" tiene más de una acepción pero ninguna como esta para tildar la barbaridad que hizo el Dortmund en la segunda mitad de un partidazo, una oda al fútbol. Una noche para recordar que no olvidará el bueno de Achraf. La noche fue suya.

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Champions League

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Alineaciones
Borussia Dortmund
Bürki; Hakimi, Akanji, Hummels, Schulz; Witsel, Weigl; Sancho (Piszczek, 82'), Brandt, Hazard (Guerreiro, 88'); Götze (Alcácer, 64').
Inter
Handanovic; Godín, De Vrij, Skriniar; Candreva, Vecino (Sensi, 68'), Brozovic, Barella, Biraghi (Lazaro, 66'); Lautaro y Lukaku (Politano, 73').

Un doblete y todo el carril para él. Un ente omnipresente que apareció cuando parecía que todo el pescado estaba vendido en la primera mitad. Pero no para el Dortmund. Cualquiera hubiera tirado la toalla, pero no el Dortmund.  El conjunto de la cuenca del Ruhr le dio la vuelta al marcador en una segunda mitad majestuosa que dejó tiritando a Conte. Paso de gigante del cuadro alemán para estar en octavos. 

A este Dortmund de Favre ya le podemos empezar a llamar el Dortmund de los trajes porque es capaz de hacer una primera mitad horripilante y ser un ciclón en la segunda. No se entiende el porqué. Quizás es porque dependen demasiado de Sancho y de la magia de los de arriba. Cuando los de ataque funcionan el equipo se acaba de encajar, llega a la presión y asfixia al rival. Y eso no pasó en la primera parte, donde el Dortmund jugó a merced de un Inter que hizo lo que quiso para llevarse, eso creían ellos, el partido. 

Un inicio 'nerazzurro'

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El cuadro 'nerazzurro' tenía todos los ingredientes. Conte elaboró un plan que Lautaro y Lukaku tenían que terminan haciendo bueno. Es la fórmula que ha empleado el Inter desde el principio y con la que morirá. En el Signal Iduna Park, los de Milán fueron un bloque sólido y compacto que neutralizó la magia del Dortmund en ataque en la primera mitad. Conocía los problemas defensivos del rival y los aprovechó al máximo. 

No quería la pelota. No la necesitaba. El Inter llegaba a Dortmund con la lección bien aprendida. Al Borussia le cuesta hilvanar y trenzar las jugadas desde atrás así que solo había que esperar un error, un mísero error. El cuadro de Favre lleva semanas haciendo aguas en defensa con una zaga que no da ningún tipo de seguridad y eso Conte lo sabía.

El italiano ordenó a Lukaku y Lautaro engancharse a Akanji y Hummels y así llegó el primero de la noche. Despeje defensivo 'nerazzurro', el belga la pelea obligando el error de Akanji y el argentino solo tiene que correr más que Hummels para batir a Bürki. El plan salía a la perfección. El Dortmund, desencajado, le tocaba seguir. La posesión era suya pero trepar la muralla 'nerazzurra' no era tarea sencilla.

Tan solo Achraf, el mejor de largo del encuentro, buscó algo diferente. Aun así, el cuadro de Favre fue entrando en juego a la vez que los de arriba empezaban a aparecer. Götze tuvo una clarísima tras un centro de Achraf pero el meta se hizo inmenso y paró las pocas que le llegaron.

El cuadro 'nerazzurro' seguía muy tranquilo, tanto que incluso se permitió el lujo de abrir brecha en la segunda ocasión que tuvo con una jugada coral extraordinaria que terminó Vecino llegando desde atrás. El muro amarillo, silenciado. El 0-2 no mató a los de Dortmund, que murieron en la primera mitad con las botas puestas y pudieron recortar distancias con dos ocasiones claras de Sancho, que sacó Handanovic, y Witsel. 

Remontada brutal

El Inter creía tener el partido ya ganado... Qué iluso. No se puede dar por muerto al Dortmund hasta que no cae al suelo. Y eso nunca lo hizo. En la reanudación, Achraf, con un disparo en semifallo, metió a los suyos en el partido. El Iduna Park se activó y el equipo se dejó llevar en volandas en un ambiente de remontada. Favre se percató y dio entrada a Alcácer, que lo primero que hizo fue robar en un saque de banda y dejar solo a Brandt, que no falló ante Handanovic. 

Con el empate, el Dortmund no bajó el ritmo comandado por un Sancho estelar. El inglés se inventó un tuya-mía con Achraf para que el marroquí, entrando por sorpresa, batiera a Handanovic y culminara la proeza. Con el 3-2,  el Inter lo intentó pero le fue imposible. Queda muy tocado ante un Dortmund eufórico.